Melilla tuvo que ser

Mucho se ha hablado de Melilla, lo cual es más motivo de inquietud que de satisfacción, según la sumisión de este gobierno hacia Marruecos. La cuestión del Sahara, la obsesiva aspiración a invadir Ceuta, Melilla, Chafarinas, Alhucemas… Cuando España pasaba por momentos de debilidad, se perdían Sidi-Ifni y más tarde el Sahara. Paralelamente, debilitados por la pandemia y tras cuatro años de sanchismo, no ha faltado de nada: hambre, comunistas, separatistas, violadores, ocupas y conflictos que no nos dejan vivir tranquilos.

El fraude electoral en Melilla constituye el primer paso para la pérdida de la ciudad, aprovechando las fisuras de la democracia que resulta mucho más barata que la vía de las armas. Así lo han comprendido lo asesinos vascos que han conseguido ahora más que nunca; ponerse la piel de cordero y acceder al gobierno de Sánchez. En el mismo plano, la estrategia de presentar en Melilla un candidato islamista que gobierna con el PSOE, y anteriormente, en 2008, condenado, por el mismo delito que ahora se le imputa. Me pregunto: ¿Coalición por M. de Melilla o M. de Marruecos?

Para fraude, el más irracional y ridículo fue el de la independencia catalana, cuyas circunstancias no merece la pena recordar porque, para eso del otoño, posiblemente habrá una segunda entrega. Lo realmente preocupante ha sido el mercadeo de votos por toda España. Los 10.000 de Melilla y en muchas partes más. Extremadura, Castilla y León, Huelva, Alicante y el esperpéntico y criminal secuestro de una concejal en Maracena.

Esta serie de delitos sucesivos supone un ensayo general para repetirse en la consulta del 23 de Julio, por lo que pueda suceder. Pero en esta ocasión, los delincuentes traerán una versión corregida y aumentada, porque lo que está en juego, es mucho más apetecible.

La sociología demuestra que media España estará de vacaciones y lejos de su circunscripción. Un descanso pagado a base de privaciones, al que no estarían dispuestos a renunciar, ni interrumpir. La astucia del felón lo sabe y manipulando otra vez los votos por correo, el sanchismo puede sacar una gran ventaja en este escrutinio. Todos los votos sirven, independientemente de su origen y de la podredumbre que encierren. Nada los ha detenido y nada los detendrá.
Un gran apoyo para los izquierdistas lo constituye el control sobre INDRA, empresa oficial con tecnología para la recopilación y escrutinio de votos en las próximas elecciones. Sus directivos, colocados por motivos políticos, ya están pensando en el cese (caso de que gane el PP) y como es natural, no renunciarán a nada por mantener el puesto. Ay, mi deseo, que ojalá el 23 de Julio se llenen todas las playas de medusas.