Los primeros pasos de la moda de correr en León

Una carrera con 3.500 participantes tomó este domingo, nuevamente, las calles de la capital. Fernando Rubio nos lleva a los inicios de esta pasión y en los setenta salir a correr no tenía nada que ver con lo de ahora

23/10/2023
 Actualizado a 23/10/2023
Aquella carrera del año 1970 ya fue multitudinaria, pero nada que ver con la que ayer tomó la ciudad. | FERNANDO RUBIO
Aquella carrera del año 1970 ya fue multitudinaria, pero nada que ver con la que ayer tomó la ciudad. | FERNANDO RUBIO

Ya he contado en alguna ocasión la historia de aquel paisano de Piedrafita, Emilio, que bajó a vivir para León y pasaba las tardes sentado en un banco del parque. Pasaba gente corriendo y él no lo entendía muy bien: «Te digo una cosa, van con prisa, pero no van a ninguna parte, dentro de un momento vuelven». Y añadía lo que más le extrañaba: «Corren... y no va nadie detrás de ellos».

Y no eran los setenta, ya serían los ochenta avanzados y para aquel paisano, y muchos como él, aquello de correr era una especie de excentricidad.

En el lado opuesto de ‘aquella especie de locura’ de correr está lo que ocurría ayer en las calles de León, una locura colectiva por correr, 3.500 personas que tomaron la calle y que completan la habitual estampa diaria de ver corriendo, con los diversos nombres que esta extendida práctica ha tenido a lo largo de los últimos años; no tanto que ya vemos que es una moda relativamente cercana en el tiempo. 

En aquella carrera pedestre de 1970 llama la atención su vestimenta: pantalón de deporte, camiseta con cuello, para las chicas. Los pies calzados con las sencillas zapatillas de lona

¿Cómo fueron los inicios de estas carreras populares en León? Pues ese pozo sin fondo que es el archivo de nuestro Fernando Rubio guarda constancia de su existencia en los inicios de los setenta, su década. Tan en los inicios que las imágenes son de 1970, él lo recuerda y fija la distancia entre unas imágenes y otras no en el número de corredores, que sería lo más evidente, sino en otro aspecto. «Al revisar mis fotos de la carrera pedestre de León de 1970, no he podido por menos que fijarme en la vestimenta de los participantes de entonces:  pantalón de deporte, camiseta con mangas o sin ellas y con cuello, para las chicas. Los pies calzados con las sencillas zapatillas de lona con suela de goma ‘específicas para hacer deporte’. Los actuales corredores lucen camisetas chillonas, ‘leggins ajustados’, de colores vivos, mallas personalizadas y carísimas zapatillas adornadas por apabullante publicidad. Resultado de  la invasión de la sociedad de consumo y el influjo de las ‘marcas’ en los comportamientos y usos de sus ‘víctimas’».

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Un solitario corredor de la carrera pedestre de 1970 por las calles de León. | FERNANDO RUBIO

Resulta hoy más fácil que nunca la comprobación de lo que apunta Fernando Rubio. Basta con ‘viajar’ hasta las páginas de deportes y comprobar en las numerosas imágenes de la carrera de ayer por las calles de León la diferencia en la vestimenta de ambas carreras.

Pero el propio Fernando en su descripción nos lleva a otro salto en el tiempo. Habla de «la carrera pedestre», un término por otra parte impecable y de nuestro castellano más puro para definir la carrera pero que esos chavales que visten zapatillas de marca no identifican, a buen seguro, pues la práctica de salir a correr también se ha dado prisa, ha batido marcas, a la hora de introducir nombre que a Emilio el de Piedrafita extrañarían aún más que el hecho de que tuvieran prisa para no ir a ninguna parte. No se la secuencia temporal pero leyendo noticias encuentras cross, junning, running, fartlek, re y covery run o los más conocidos y ya familiares del maratón, la media maratón y ese largo etcétera de duatlon, triatlon y lo que cada cual tenga en la cabeza; que se viene a completar con otra terminología que Rubio ha extraído de una noticia escrita en perfecto castellano. «La vida ‘fit’, ir al ‘gym’ y comer ‘healthy’ está de moda, tanto que incluso las marcas de ropa de calle han empezado a diseñar ropa deportiva».

El mercado, amigo. 

Pero nos hemos centrado en la ropa de los corredores de aquella carrera pedestre, pero el paso del tiempo, más de medio siglo, es igual de evidente en los espectadores que la ven pasar, seguramente atraídos por la novedad y que, la verdad, no son muchos.  

En una de las fotografías, en la que va un niño con el dorsal 44 (la mayoría de los dorsales que verás en la carrera de ayer son el mil y pico, el dos mil y pico...) aparecen varios niños corriendo a su lado, siguiendo la carrera, por la acera. Su vestimenta (yo diría que de domingo, un término que ya no tiene vigencia) está tan alejada de la que podrían llevar chavales de su edad como la ropa deportiva de la que hablaba Fernando Rubio ¿Te imaginas a un chaval de 10 años con su americana? ¿y los pantalones de tergal? ¿y los peinados de época? Y al revés, ¿te imaginas a un chaval de los setenta con un degradado que deja parte de la cabeza al rape, como se la ponían entonces cuando iban a la mili y se la afeitaban al cero o al uno? ¿conocen los estilistas de hoy la terminología cortar el pelo al uno?

Hoy, medio siglo después, la vida ‘fit’, ir al ‘gym’ y comer ‘healthy’ está de moda, tanto que incluso las marcas de ropa de calle han empezado a diseñar ropa deportiva

En fin. Era otro León, es cierto, tanto como que en una de las fotos van corriendo por delante del Universal, una de las leyendas de la hostelería leonesa desaparecida hace décadas. Un lugar mítico por el que pasaron buena parte de los históricos de la hostelería leonesa, en la plaza de Guzmán, que también  fue sala de fiestas, café concierto, pionero del destape... y ya solo es historia pero que sirve para dar fe de que aquellos «locos» por correr lo hacían por las calles de la capital leonesa.

Como los 3.500 de ayer pero de otra manera, que el tiempo no pasa en balde.

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