La pechuga de pollo con pisto y couscous de Marcelo Ramón

Sencillo, rápido, económico, cualidades que adornan a este plato junto a la condición de nutrirnos perfectamente.
De ese elemento que configura nuestro fondo de nevera, el pisto tranca, ponemos a calentar unas cucharadas en una sartén a fuego lento.
De ese mismo fondo frío, aprovechamos unos cacillos de caldo de ave para rehidratar el couscous según las indicaciones del fabricante que figuran en el envase.
Y el tercer ingrediente, base del cocinado, la pechuga de pollo que habremos fileteado finamente para una vez salpimentados, pasarlos por la plancha.
Cuestión de acomodar en un plato todos estos manjares sencillos y coronar con nuestro símbolo de finalización de la obra, la ramina de perejil.
Pan blanco para ayudar.
Vino rosé, vino ligero que tan de moda se están poniendo y que nuestra DO León, se esfuerza en conseguir permanecer en ese candelero.
Combinado completo que nosotros degustamos a modo de plato único. 
¡Tranca!