La publicación de ‘El viaje de mi padre’, de Julio Llamazares, ha provocado una sucesión de noticias ‘felices’ que han sorprendido, da la impresión, hasta al propio autor, acostumbrado a tener muy buena acogida entre los lectores pero esta obra —un libro de viajes en el que rememora y reflexiona sobre el que hizo su padre, con 18 años, para ir a la guerra— le ha supuesto una intensa gira de presentaciones, con excelente acogida en todas ellas, firmas de ejemplares y presencia en las listas de éxitos junto a autores que ya van a ellas de oficio, los best seller, los premios Planeta, etc.
Y entre ellas, muchas semanas como el más vendido, ‘el viaje de don Nemesio’, como le gustaba llamarle al escritor leonés en señal de respeto por aquel maestro que siempre prensó que, a pesar de haber estado en el bando vencedor, «la guerra la pierden todos, menos los que las organizan y los que venden las armas», una teoría que ha mantenido y defendido su hijo en todos sus actos públicos.
En León ya había presentado el libro en San Feliz de Torío —quedó mucha gente fuera por falta de espacio— y este sábado acudió al ciclo de firmas que ha organizado la librería Pastor estas Navidades, y que cierra el lunes con José Pedro Pedreira, y nuevamente se puso de manifiesto el gancho que tienen de una parte el escritor nacido en Vegamián, de otra esta última obra y sin olvidar que son muchos los que creen que el libro de viajes es un género es uno de los que mejor maneja el también novelista y poeta Julio Llamazares.