Las cosas tienen que saber muy bien y mucho rato, dice el maestro cocinero Abraham García. Y como esta semana hay mucho que celebrar (y no hablamos de corazones ni mucho menos, que al amor no hay por qué ponerle fechas), volvemos hoy a un comedero ubicado en la capital leonesa en el que esta premisa se cumple a rajatabla. Alta cocina deliciosa, creativa y sorprendente en un entorno de ensueño donde la experiencia se convierte en inolvidable en cada visita.Ofrecen un menú único (con posibilidad de cambios en caso de alergias y manías) que es toda una cadena de sorpresas, porque nunca sabe uno con qué ocurrencias van a deleitarnos Pablo Losada y su equipo de fogones Y con estas mimbres –la de la buena cocina, la de un servicio impecable dirigido por Yolanda Rojo, la de un local donde gozar sin distracciones– tejemos una propuesta que recomendamos fuertemente para grandes ocasiones, porque al restaurante Pablo hay que venir siempre a celebrar y dejarse encantar por unos platos de un menú degustación que varían cada dos semanas.Un menú único (con posibilidad de cambios en caso de alergias y manías) que es toda una cadena de sorpresas, porque nunca sabe uno con qué ocurrencias van a deleitarnos Pablo Losada y su equipo de fogones.Y una vez en la mesa, en una sala confortable, sencilla y minimalista, sumamente agradable, nos disponemos a disfrutar de un espectáculo gastronómico muy sugerente donde cada detalle está cuidado al máximo. Ya van dos años en esta nueva ubicación detrás de la Catedral (inolvidable la casa madre, en Michaisa, ¡tan difícil de encontrar entonces!, con la cocina leonesa tradicional como protagonista) y desde entonces sus propuestas culinarias –cocina de siempre, toques vanguardistas– no han dejado de crecer. Sin embargo, llama poderosamente la atención que esta grandísima casa de comidas siga siendo tan desconocida en la ciudad. El boca a boca, sin embargo, sigue haciendo la mejor labor de promoción: quien va, repite y lo cuenta.Pero merece la pena acercarse a este rinconcito del placer, donde además del menú degustación también ofrecen a diario otro exprés, más breve pero igual de sabroso, por 23 €. Nos lanzamos de cabeza al largo, que Yolanda aconsejó maridar con un tinto garnacha que nos encantó (Fagus). Bollito al vapor manteca colorá chipirón; vieira oricios; lengua foie yogur; guisantes navaja meniere alga; bacalao puerro enoki cecina; presa wakame queso jugo de cebolla; naranja choco blanco zanahoria. La conclusión es que hay que revisitar Pablo de vez en cuando. Qué gran experiencia. -------------------------------------------Restaurante Pablo. Avenida de los Cubos, 8. León 987-216562
