No es un restaurante al uso, pero puedes cenar de una forma espectacular, sobre todo si eres un buen aficionado a los quesos.
Vida Láctea nació hace tres años en
Ponferrada a partir del sueño de Ana Marqués y Miguel Álvarez de convertir su pasión en profesión. Venían el un ámbito diferente, el de las Telecomunicaciones, pero su historia ha desembocado en un lugar de referencia en la zona alta de la capital berciana por su originalidad.

Vida Láctea se basa «en cuatro patas», explica Miguel. La quesería artesana, con cerca de 70 referencias de
quesos del mundo, algunas permanentes y otras rotantes. La sala de catas, donde celebran un par de eventos al mes. Los eventos externos, ya que gestionan las tablas de queso de varios restaurantes de referencia en el Bierzo y proponen mesas de quesos para banquetes, bodas y celebraciones. Y la sala de degustación o restaurante de picoteo basado en el queso.
Así, en Vida Láctea es posible comerse una tabla variada de quesos a elegir donde el cliente tiene todas las opciones del muestrario. Hasta elaboraciones originales como
burrata italiana con tomate confitado, albahaca y sal negra, sandwiches con queso y aguacate, ‘tostazas’, sí, ‘tostazas, por el tamaño, de pan de hogaza con mezclas de quesos y diversos complementos, bocadillos y muchas otras propuestas con el
queso como denominador común. Defienden la elaboración artesana y por eso se pueden encontrar en Vida Láctea quesos casi únicos, ya que buscan productos artesanales de distintos rincones en apoyo a la tradición y al mundo rural. También se puede viajar a través del queso a Francia, Italia, Suiza y muchos lugares más.
Uno puede tener la duda... ¿qué queso me apetece hoy? Pues va Vida Láctea y responde.