Director: Olivia Wilde
Intérpretes: Florence Pugh, Harry Styles, Chris Pine, Olivia Wilde
Género: Suspense-terror
Duración: 123 minutos
'No te preocupes querida’ podría resumirse en una sola frase: «No es oro todo lo que reluce». Y es que esta sirve tanto para sintetizar su argumento, una utopía artificial donde se irá descubriendo que las cosas no son lo que parecen, como para su valoración, la que aparentemente tiene todas las bazas para ser una película memorable acaba siendo decepcionante y, con el tiempo, olvidable. Y eso que uno de los grandes problemas de la cinta es la fama que la precede.
Para empezar, gran parte de la expectación hacia ‘No te preocupes querida’ se debe a su elenco, encabezado por la prometedora Florence Pugh y el cantante más escuchado del momento, Harry Styles. El peso de la película recae enteramente sobre los hombros de la primera, cuya actuación destaca por encima de las demás, presentando un rango de emociones que van desde la ingenuidad al puro terror y que dejan claro el talento de la joven actriz. Mientras que el segundo, en la línea de la propia cinta, pasa más desapercibido. Pero lo más destacable del reparto no son sus actuaciones, sino toda la polémica a su alrededor en los últimos días, incluyendo un supuesto escupitajo de Harry Styles a su compañero Chris Pine durante el Festival de cine de Venecia, que no ha sino popularizado más este estreno, aunque no de la mejor manera.
Además, este es el segundo trabajo de la directora Olivia Wilde, que con su opera prima ‘Booksmart’ sorprendió con una visión actual de las películas «coming of age», aquellas historias protagonizadas por jóvenes, generalmente en el instituto, que a través de las experiencias que viven a lo largo de la trama acaban de cierto modo madurando para el final de esta. Con un punto cómico y realista, satisfizo a un público que esperaba que continuase con esa corriente vanguardista, con más películas que, a pesar de recuperar géneros y tramas ya clásicos, continuaran innovando en el desarrollo de sus personajes y adaptándolos a los tiempos que corren. Sin embargo, ‘No te preocupes querida’ no hace nada por revitalizar un género que se ha puesto de moda en los últimos años, como es el de la ficción utópica o distópica, que ya se ha visto en películas como ‘Matrix’ o ‘Serenity’, o incluso en series como ‘Westworld’ o ‘Bruja Escarlata y Visión’.

Pero no todo en ‘No te preocupes querida’ son sombras y no se puede ignorar lo bien que luce. La cinta está llena de color, aprovechándose de estar ambientada en un pueblo californiano de los años 50. El diseño de producción está en su punto, repleto de casas lujosas, vestidos llamativos y Cadillac brillantes; que captan y mantienen el interés del público, que de otra manera podría comenzar a aburrirse desde los primeros compases. La música es otra de las grandes bazas de la película, aunque en ocasiones se excede en su grandilocuencia, con un coro de voces femeninas cuya intensidad no es correspondida por la historia, tratando de dotar de cierta épica momentos donde el peso dramático no está a la altura de la emoción que se quiere transmitir, dando lugar así a momentos potencialmente intensos, pero que al final resultan vacíos.
En conclusión, ‘No te preocupes querida’ aspira a ser una película innovadora e ingeniosa, pero, a pesar de ciertos destellos de originalidad, se queda en una experiencia un tanto insulsa. Vale la pena por su fotografía y el posible interés que pueda generar en un primer visionado, pero con una historia predecible e incompleta, será difícil que alguien quiera volverla a ver, engrosando así una larga lista de películas que prometían mucho, pero que recordarán pocos.