Nacho Pacho: "Con Félix, mi padre, la verdad por delante"

Ricardo Magaz recordaba su sensible voz de trueno en aquellas veladas eternas en La Casa de León en Madrid, de la que era el socio número 1; Paco Carrión que Félix Pacho fue quien primero le ofreció un contrato de trabajo; Jota Bajo  aquella aventura ‘casi loca’ de alumbrar La Crónica de León... David Rubio lamentó que su edad no le permitió trabajar con el maestro Félix Pacho pero sabe de memoria trozos de sus artículos, recuerda personajes como el ciego sanador de Villamartín, su pasión por El Quijote, que se nota en sus escritos. Y Nacho Pacho, su hijo, periodista —su padre hubiera sufrido con la traición a la profesión—agradeció la publicación del libro, la rapidez con la que se ha hecho, la belleza del mismo y, sobre todo, perpetuar en sus páginas algunas de las pasiones de su padre:"El periodismo y León".

«Fue un protagonista, desde el periodismo, de la Transición e hizo la transición del periodismo» El libro se titula como la sección que Félix Pacho tenía en La Nueva Crónica, el que él eligió, ‘Cualquier tiempo pasado...’ y recoge los artículos que el fallecido periodista de Calzadilla de los Hermanillos publicó en ella.

Un volumen editado por La Nueva Crónica, que el domingo llegará a los lectores del periódico y este martes se presentó en El Corte Inglés, cuyo responsable de prensa, Juan Carlos Vázquez, lo definió como "una apuesta bonita y valiente".

David Rubio, director del periódico, tomó la palabra en nombre de La Nueva Crónica, representada también en el acto por el presidente Manuel Lesmes, el director general Raúl de las Heras y el coordinador ejecutivo Jesús Sanz.

Rubio habló de la fidelidad a su tierra de un periodista como Félix Pacho, adornado con una de las biografías más importantes de la profesión, ocupando, entre otros cargos, el de subdirector de Informaciones o fundador de la Agencia Centroamericana de Noticias, pero también apoderado taurino o promotor de boxeo. Y leonés siempre. Y peregrino en el Camino. E hijo de la comarca de Campos. Y aspirante eterno a pregonero de Calzadilla de los Hermanillos.

Recordó David Rubio su prodigiosa memoria, su capacidad para hacer "otro periodismo" en los tiempos en los que la censura controlaba hasta las frases de los vendedores de prensa por la calle. "Fue un personaje de la Transición que, además, hizo la transición del periodismo".

Recordó Nacho Pacho la pasión de su padre por el periodismo de calle, de historias, de personas; la pasión por León y por El Quijote. "Así fue posible uno de los méritos que yo le atribuyo, escribir mucho, durante mucho tiempo y no escribir nunca de política. Le gustaba la gente, el paisaje, el paisanaje".

El libro recoge tres de sus grandes pasiones: el periodismo, todo lo de León y ‘El Quijote’ Sonaron, en uno de los capítulos que leyó David Rubio, los ecos de su dulce voz de trueno mezclados con la memoria de tantos personajes suyos que caminan por las páginas de este ‘Cualquier tiempo pasado...’. Su voz parecía contarnos la historia de Ico el campanero de la Catedral; periodistas leoneses a carta cabal; la de Josefina Blanco, la olvidada leonesa mujer de Valle Inclán; la de los canónigos y sus trifulcas; la feria de seres humanos de Villada... los quijotescos andares por los  de Bonifacio de Lucas, el ciego sanador de Villamartín o del enigma de las flores que nadie pone en el Sepulcro del Diablo del cementerio de Sahagún, pero allí aparecen.

Y tantas historias, como la que recordó su hijo que protagonizó con Miguel Ángel Aguilar, ambos redactores jefe en la Agencia Efe. "Cuando Cela ganó el Nobel en 1989 Renfe publicó una página de publicidad en todos los periódicos del país con un texto alusivo a su gusto por los tacos y las veces que había sonado para el galardón:‘Por fin, coño, enhorabuena Camilo’ y le adjudicaba la primicia de la noticia a una agencia que la había dado unos minutos más tarde que Efe. Mi padre y Aguilar publicaron una carta abierta titulada:‘Nuestro coño ha sido el primero’".

Con Félix, la verdad por delante.