Mircea Cartarescu es el último autor internacional distinguido con el
Premio Leteo, que sigue a una larga lista encabezada por el poeta leonés
Antonio Gamoneda, del que el artífice de ‘Nostalgia’ reconoció que no había tenido oportunidad de conocer su obra, si bien este reconocimiento le ha despertado la curiosidad a través de las personas que le han hablado de ella.
El poeta y novelista rumano compareció ante los medios de comunicación en el Hotel Quindós horas antes de que se le hiciera entrega en el Musac de la bella estatuilla de
Amancio González que distingue al acreedor de un premio que se despide de forma definitiva, así como las jornadas culturales que lo arropan, «por cansancio, falta de financiación y ausencia de relevo en el ámbito literario de la ciudad de León», tal y como apuntó
Rafael Saravia, presidente del club Leteo y ‘alma mater’ del premio, que confirmó sin embargo que Leteo va a proseguir con su actividad, si bien, al menos de momento, no con estas jornadas, mostrándose optimista en que «esto se va a solventar de una u otra manera y que habrá nuevos caminos que hagan llegar otra vez la literatura de primer orden a nuestra ciudad, como es el caso de estas jornadas contando con Mircea Cartarescu, que nos pone el listón bien alto y vuelve a situar a León en el panorama internacional, una ciudad que siempre ha sido de escritores», subrayó Saravia.

Mircea Cartarescu tomó la palabra para asegurar que se siente muy halagado por el hecho de que la prensa de León haya venido a la ceremonia del premio recibido ayer en el Musac. «Tienen ante sí una versión un tanto disminuida de mí mismo. Hasta hace un par de días yo tenía voz y tenía pelo. La imagen que ustedes tienen de mí es absolutamente inusual. Hace veinte años que yo no tengo este pelo y me siento un poco violento hacia ustedes», reconoció Cartarescu, que tampoco explicó el motivo de este cambio de la imagen a la que nos tenía acostumbrados. No obstante, y entrando ya en el motivo que le ha traído hasta nuestra ciudad, el escritor rumano señaló que «valoro los premios a partir de quien los ha recibido antes que yo y desde este punto de vista y sin un atisbo de hipocresía les puedo decir que el premio Leteo me parece uno de los más importantes premios europeos. La lista de los que han recibido esta distinción a lo largo de los años me resulta verdaderamente aterradora. En esta lista aparecen muchas estrellas del mundo literario apreciadas en todas partes. Cuando me dijeron que yo lo iba a recibir me sentí como una especie de anticlímax en esta lista. Y me siento muy agradecido con aquellos que han decidido concederme este premio y solo tengo una petición hacia ellos, les ruego con toda mi alma no ser el último. Le deseo a este premio la suerte que merece; es decir, que siga adelante y que sea tan maravilloso como lo ha sido hasta ahora. Yo tengo larga experiencia en este asunto y sé que siempre se puede convencer a las autoridades. ¿Qué sería León sin el premio Leteo? Esta es la pregunta que hay que hacer al alcalde y a todos aquellos de los que depende que este premio continúe vigente», señaló el varias veces candidato al premio Nobel de Literatura.
Preguntado por qué muchos de los narradores o personas que escriben dentro de su obra niegan estar haciendo literatura, como sucede en ‘El ruletista’ o ‘El sueño’, el autor rumano explicó que «el verdadero escritor tiene que pelear con la literatura y estar muy atento a todas las trampas de la literatura. Yo no frecuento el mundo literario y normalmente evito calificarme de escritor. Prefiero definirme como un hombre que escribe para entender su situación, como solía decir
Kafka. La apreciación que hace es muy cierta, pues en toda mi obra existe esta condena al escritor que escribe por circunstancias ajenas al hecho de la escritura, al que escribe por dinero, por los premios o en busca de la gloria. En resumen, por la parafernalia de la literatura. Yo aprecio a la gente modesta, que están concentrados en sí mismos y que se alegran con el hecho de encontrarse ante la hoja de papel. Por el contrario, desprecio a las estrellas del día a día, a los que están a la caza de honores. A lo largo de mi obra los he descrito en muchas ocasiones de una forma muy poco halagadora. Para mí el escritor verdadero, el arquetipo de verdadero escritor sigue siendo Kafka, precisamente por el hecho de que él nunca se denominó a sí mismo escritor y no formaba parte del mundo literario. Escribía para sí mismo, para su familia y para algunos amigos», concluyó el último premio Leteo, Mircea Cartarescu.
Mesa redonda
Tras el acto central de entrega del premio Leteo al poeta y novelista rumano, las Jornadas prosiguen este jueves a las 20:15 h. con la celebración en el Salón de los Reyes del Consistorio de San Marcelo de una mesa redonda que bajo el título ‘Nostalgia. Panorama literario de Mircea Cartarescu’ contará con la participación de
Mercedes Monmany, crítica literaria y ensayista especializada en literatura contemporánea y en particular europea;
Susana Rodríguez, encargada de la librería Hiperión, y
Alberto R. Torices, autor leonés y ganador del IV Premio de Novela Corta ‘Fundación MonteLeón’ por su obra ‘Sacrificio’.