Tiene 19 años y acaba de terminar el primer curso de Filología Inglesa. Podría ser ese el motivo por el que el leonés Miguel Trabado ha publicado un primer EP titulado ‘A quarter to fade out’ y compuesto por cuatro canciones escritas íntegramente en inglés, aunque en realidad la razón es una bien distinta. «Es por imitar a mis ídolos, que fueron siempre los Beatles», explica el joven: «Yo quería ser como ellos y para cantar como ellos tengo que cantar en inglés».
El sonido de la banda británica no pasa desapercibido en los primeros sencillos firmados por Trabado. «Tienen un influencia, más que de los Beatles, yo creo que de la etapa en solitario de Paul McCartney», apunta: «Pero el sonido propiamente yo diría que tiene más que ver con grupos que vinieron después, en lo que llaman la época del post-punk, como los Smiths o The Cure».
Todos ellos conforman la herencia adquirida de lado paterno, como ocurre también con grupos como U2 o Simple Minds. A imagen y semejanza del de su progenitor, el gusto musical del leonés no pasa mucho por la música actual, aunque sí confiesa profesar cierta admiración a conjuntos de indie como Sidonie o Love of Lesbian. «Soy un hombre antiguo en ese sentido», ríe: «Mis canciones entroncan con cosas del pasado sobre todo».
Aunque, impregnadas de un sonido que evoca a grupos de antes, sus temas se presentan ante los oídos henchidos de letras que desentrañan sus inquietudes del día a día. «Utilizo las canciones para contar cosas que normalmente no puedo decir», indica: «Son un mecanismo de expresión que me sirve para plasmar mis frustraciones y todas aquellas posibilidades que en mi vida han quedado apartadas».
Su pulsión por crear música viene de hace tiempo. «Soy un melómano convencido: estoy todo el día escuchando música», refleja un joven que se arrancó en el mundillo cuando estaba en primero de bachillerato. Fue entonces cuando empezó a «barajar la posibilidad». «Estaba cansado de tocar canciones de los demás y quería intentar aportar un poquito de mí a este mundo que tanto me fascina», recuerda con una voz dulce. Dos años después, en marzo de este, salía a la luz su primer trabajo discográfico.

Los Estudios Tripolares que encabeza el músico Juan Marigorta en la capital provincial se convirtieron en su hogar durante un tiempo. El joven de 19 años se estrenó entre micrófonos e instrumentos del enclave durante una experiencia que describe «fantástica»; en la que contó con la compañía del líder de Zabriskie y de su guitarrista, Alberto de Gabriel, asimismo profesor de guitarra de Trabado. El fruto de aquellos meses de trabajo: las cuatro canciones que completan su primer EP y la multitud de reacciones positivas por parte de un entorno cercano que alimenta sus ganas de seguir creando. «La oportunidad de poder reunir a la gente y que escuche mis canciones ya es francamente importante», considera: «Luego, lo de ser famoso y poder vivir de la música... Mejor sueño que ese en mi cabeza no hay ninguno».
Pese a su juventud, esa cabeza que menciona está bien amueblada. Tanto que ni le abruma el ritmo frenético de la industria musical. «Son cosas que un chaval de León de 19 años no se plantea», opina: «Es más el anhelo de salir ahí, donde sea, con toda la rabia del mundo y tocar la guitarra. La gente de la industria está en unas esferas por encima de mí; están a años luz y yo creo que ese no es mi mundo. Mi mundo es el de hacer pequeñas cosas, intentar moverme poco a poco y disfrutar».
Y es que Miguel Trabado tiene «la necesidad de estar todos los días tocando la guitarra e intentando inventar alguna melodía nueva» más por placer que por ambición. «Me ayuda a pasar el rato, a sobevivir, a reflejar mis preocupaciones», dice y, aunque su intención es hacer que su proyecto vaya «poco a poco creciendo», el emergente artista acompaña a la sentencia de una coletilla que es buena muestra de una personalidad caracterizada por la austeridad: «Si se puede».
Fue su padre quien se encargó de animar a este leonés a dar rienda suelta a una trayectoria musical propia que el próximo 9 de octubre le hará parar en El Gran Café. «Habrá un pequeño concierto de presentación de este EP y me acompañarán varios músicos de León, como el propio Alberto de Gabriel», anuncia: «La idea es que vayan incluidos estos cuatro temas, versiones de otros artistas y otras canciones mías que todavía no han salido, pero que espero que algún día lo hagan».
Y entre «puedes» y «esperos» arranca su carrera en solitario al estilo McCartney el joven leonés que, humilde y satisfecho con su primer EP, seguro, ha tardado pocos segundos en regresar a la guitarra una vez terminada la conversación.