Tengo prisa y no me puedo enredar en los fogones, lo que es una gran oportunidad para demostraros la eficacia de ese fondo de nevera que vamos formando, por ejemplo si se ha depositado un tarro con chutney de mango. Ha llegado el momento de su aprovechamiento.
Vamos con el lagarto. Como bien sabéis, no es un reptil, es uno de esos cortes de carne que se han puesto en valor en la cocina actual, probablemente por la influencia de los usos de países del cono sur de América. Lagarto, secreto, pluma, picaña y tantos otros.
Son piezas que preferentemente se hacen en brasa o parrilla. Nosotros en casa en sartén o plancha. Únicamente es preciso salpimentarlos muy bien y pringarlos con un poco de ese inmejorable aceite que tanto nos caracteriza. Fuego vivo, vuelta y vuelta hasta el punto que nos haga salivar a cada cual. El cerdo, bien hecho...
Y enlazado, porque encadena con otra preparación anterior, en la que el eslabón de unión, podría ser esa guarnición que los une: el chutney de mango.
Al plato, calentito y acompañamos con el chutney atemperado que sacamos del refrigerador antes. Por cierto, aún siendo el mismo, ahora tiene muchísima más prestancia para acompañar. Ha mejorado. El toque crunchi del plato lo conseguimos con unas patatinas fritas en minúsculos cubines hasta conseguir un dorado y crujiente aspecto.
Pan, sí, una sencilla barra rústica.
Apuesto por un tinto joven, a elección
¡Tranca!
El lagarto enlazado de Marcelo Ramón
RECETA | El cocinero leonés presenta un plato protagonizado por uno de esos cortes de carne que se han puesto en valor en la cocina actual
29/11/2025
Actualizado a
29/11/2025
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