La mejor forma de ayudar a los restaurantes y mesones de los municipios que fueron pasto de las llamas es visitarlos. Allí continúan tras resistir el paso del fuego, esperando recibir nuevos comensales para, poco a poco, recuperar la normalidad.
Es el caso del Mesón El Lago, un establecimiento ubicado en Carucedo con 27 años de historia a sus espaldas. Las llamas llegaron hasta escasos 150 metros de sus paredes y Óscar, su gerente, fue una de las personas voluntarias que peleó por salvar el pueblo.
Desde entonces, la situación es muy diferente a la de años anteriores. La segunda quincena de agosto suele ser «un caos» en el mesón, pero este año la actividad en la cocina es inferior. Ya han pasado varios meses, aunque «el goteo sigue siendo muy lento».

Confiando en que Las Médulas y su entorno recuperen pronto su mejor cara con la ayuda de las administraciones, Óscar lamenta que, por desgracia, lo que más están experimentando en estas semanas es «un turismo de morbo» para ver cómo ha quedado todo, y los visitantes apenas permanecen y apuestan por los negocios locales.
Sin embargo, sí destaca la colaboración de los vecinos de zonas cercanas, pues «están siendo un ejemplo de arrimar el hombro y ahora es cuando más los estamos viendo por aquí, apostando por nosotros».
Sus ensaladas con queso de cabra, callos con garbanzos, parrilladas y platos de entraña de ternera son sus mayores atractivos
Sufriendo una sensible disminución de los menús servidos de un 60% tras los incendios, el Mesón El Lago busca recuperar la sonrisa encomendándose a sus especialidades para ofrecer al visitante una sensacional experiencia gastronómica. Sus ensaladas con queso de cabra, callos con garbanzos, parrilladas y platos de entraña de ternera son sus mayores atractivos, a lo que hay que añadir un gran salón con 60 mesas al que en verano se une un fantástico jardín con otras tantas para comer en un entorno natural.

Desde la pandemia El Lago no trabaja con carta y fía su potencial a menús variados con cinco primeros y cinco segundos por día, más o menos, que logran unas valoraciones con notas muy altas.
Volver a llenar sus mesas es la mejor manera de ayudar a que Carucedo y su entorno vuelvan a brillar.
Reservas por teléfono: 699 52 52 18
