La compañía Els Joglars regresa este jueves al Auditorio Ciudad de León para presentar su último montaje escénico, ‘El rey que fue’, que supone el reencuentro del fundador Albert Boadella y de su sucesor Ramón Fontserè en una pieza tragicómica basada en la vida del rey emérito Juan Carlos I. La representación tendrá lugar a las 20:30 horas con las entradas ya agotadas.
‘El rey que fue’ reúne diez años después del anterior proyecto conjunto, ‘El coloquio de los perros’, a los dos pilares sobre los que se asienta la mítica compañía catalana, Albert Boadella y Ramón Fontserè, que en este caso asumen labores de dramaturgia, dirección, en el caso del primero, e interpretación respecto al segundo en una historia que sitúan en el Golfo Pérsico en 2023, donde un rey emérito, anciano y exiliado, quiere sentir el sabor de su lejana y querida patria. Para ello dispone una fiesta en un lujoso velero para degustar una deliciosa paella en alta mar. Periodistas, amigos, jeques y familiares son los invitados del rey.
En palabras de la veterana compañía acerca de su más reciente espectáculo, "la vida del rey emérito provoca en sus contemporáneos los más antagónicos juicios. Se trata de una vida discordante. Una vida repleta de contrastes: momentos trágicos, sacrificados, esperpénticos, enloquecidos, magnánimos, divertidos, funestos y osados. En este sentido, podemos imaginar que si Shakespeare hubiera vivido en nuestros días la historia de Juan Carlos I quizás le hubiera seducido en mayor medida que los diversos reyes que inspiraron sus formidables relatos. Entre lo humorístico y lo trágico, el rey emérito rememora los momentos y las situaciones que a lo largo de los años le han llevado al exilio y la soledad", señalan.
Sobre el trabajo de Ramón Fontserè, éste nos tiene acostumbrados a sus siempre sorprendentes imitaciones de personajes célebres (Dalí, Pla, Pujol...), pero la gran verosimilitud con Juan Carlos I que logra en esta función deja literalmente pasmado al público ya que, como ha destacado la crítica, "no se trata de una simple imitación física, sino que tiene muy interiorizado el personaje, sus movimientos, sus tics, su habla". Tal es así, que el propio Albert Boadella reconoce que "a veces creía que el rey se me había colado en los ensayos. Cuando comenzamos con el proyecto le di un tiempo para que me ofreciera unas improvisaciones del personaje y a los dos meses me llamó por teléfono haciéndose pasar por Juan Carlos... me engañó", concluye.