Filóloga, crítica, conferenciante, docente, investigadora de la narrativa en lengua española desde sus más diferentes prismas y, por supuesto, la hispanista leonesa de Vegarienza (Omaña) Irene Andres-Suárez toma el relevo a otras grandes personalidades de las letras del viejo reino en recibir el premio Semilla de Oro que otorga el Ayuntamiento de Gordoncillo. La ceremonia de entrega del reconocimiento, que tendrá lugar este sábado a las 12:30 horas, contará –como es habitual– con la inauguración de una exposición elaborada por el Instituto Leonés de Cultura y titulada ‘El universo crítico y personal de Irene Andres-Suárez'.
Articulada por medio de una vertiente personal y otra profesional, la muestra cuenta con imágenes relativas a su infancia, estudios y a algunos de los profesores e intelectuales que más influyeron en su personalidad y carrera; también obras que hacen referencia a su familia. En la parte profesional se exhibe un conjunto amplio de investigaciones y publicaciones, así como un despliegue de materiales relativos al Grand Séminaire de Neuchâtel que organizó durante años con gran éxito y acogida; un total de catorce escritores que dialogan con Irene Andres-Suárez por medio del libro editado con motivo de estos encuentros literarios, publicación que se complementa con textos de los propios escritores protagonistas a los que se une Ignacio Aldecoa, objeto de su tesis doctoral. Y todo este material se pone en conexión con una serie de obras artísticas de diversos soportes y vertientes plásticas diversas que facilitan una aproximación al mundo de cada escritor y de la propia investigadora.
Los diferentes autores
En el caso de Julio Llamazares, se dialoga en relación al tema de la España vaciada, con dos fotografías de Antonio Guerra que hacen referencia al tema; algo parecido ocurre con la obra de Brossio que reflexiona por una parte con el tema de la minería, pero también con la realidad terrible vivida por los maquis y reflejada en la novela ‘Luna de lobos’. Además, con el intelectual polifacético Andrés Neuman, un retrato de María Moliner interactúa con el maravilloso análisis biográfico que realiza el escritor de la gran lexicógrafa.
Luis Mateo Díez abre las puertas a un homenaje a su padre Florentino y también a su hermano José Antonio, sin olvidar de su universo de Celama que se refleja en varias obras, una de Modesto Llamas Gil y otra de Luis Sáenz de la Calzada. Mientras, José María Merino surge, enigmático, con Amando Casado y Amancio González Andrés, bien protegido y custodiado por los retratos de dos destacadas intelectuales: Ángeles Encinar y Natalia Álvarez, así como por una magnífica fotografía de Navia.
Álvaro Pombo se acompaña de las piezas misteriosas y duras de Miguel Escanciano, Fito de Manuel y Bruno Santí. También Juan José Millás dialoga con James Joyce por medio de una litografía de Eduardo Arroyo, brotando Kafka con interpretaciones plásticas de Esteban Tranche y Laura Salguero en relación al mundo de los insectos.
Bernardo Atxaga se confronta con la Guerra Civil y con el bombardeo de la villa de Guernica por medio de una pieza realizada por Agustín Ibarrola. De la misma manera, Almudena Grandes está ampliamente representada en sus temas básicos por medio de piezas relativas a una nueva realidad femenina y sexual, con obras de Solsona y Amable Arias, así como de la Guerra Civil con Lamela, Amancio González e Luis Sáenz de la Calzada. En la muestra también se incorpora al escritor Ignacio Aldecoa, al que Inés dedicó su tesis doctoral, en un diálogo fructífero con Herminia de Lucas.
La inauguración de ‘El universo crítico y personal de Irene Andres-Suárez’ tendrá este sábado en el Museo de la Industria Harinera con sede en Gordoncillo. A partir de entonces, la muestra podrá ser visitada, con acceso gratuito, de acuerdo al siguiente horario: de martes a domingo, de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas. Permanecerá abierta hasta el próximo mes de septiembre, este incluido.