La huelga que no pudieron contar por estar en huelga

La huelga del Diario de León, en los últimos días de abril y el 1º de mayo de 1979, marcó un hito en la sociedad leonesa y hasta la prensa nacional

05/05/2025
 Actualizado a 05/05/2025
De informadores que cuentan la noticia a ser los protagonistas de la noticia aquel 1º de mayo de 1979. | FERNANDO RUBIO
De informadores que cuentan la noticia a ser los protagonistas de la noticia aquel 1º de mayo de 1979. | FERNANDO RUBIO

Este espacio de cada lunes se llama ‘El León de Fernando Rubio’ pues de su rico archivo de los años setenta en esta ciudad —cuando trabajaba de fotoperiodista— nacen todos los temas. Pero esta semana es más de Fernando Rubio, pues además de nacer de su archivo, él lo vivió en primera persona y, aún más, guarda imágenes inéditas que no pudo publicar por «estar en huelga».

De eso hablamos, de los 5 días de huelga que se vivieron en el Diario de León de 1979, en los últimos días de abril y con presencia activa en las manifestaciones del 1º de Mayo de aquel año. «Creo que esta huelga marcó un hito en la sociedad y la prensa leonesa y que, por lo tanto, es interesante traerlo 46 años después».

- ¿Lo viviste en primera persona?
- Yo diría que muy en primera persona ya que fue un conflicto en el que participé de forma directa como miembro del Comité de Empresa del Diario de León, para el que había sido elegido como independiente en las elecciones sindicales del año anterior, 1978. Diría más, fue un momento que marcó mi vida a partir de ahí. Pero a pesar de las consecuencias negativas que nos acarreó a los componentes del comité de empresa, nunca me arrepentí de haber participado representando a mis compañeros. Forma parte de esos acontecimientos que pulen tu personalidad y, junto a otros agradables y menos agradables, alisan las aristas de la roca original, convirtiéndola en un hermoso canto rodado de tantos roces con otras piedras al ser arrastradas por las corrientes de una vida que después de muchas estaciones me ha traído hasta Tenerife, donde vivo».

(Nota: Recuerda Rubio que cantos rodados es precisamente lo que significa Rolling Stones y y tomaron su nombre de una vieja canción inglesa que dice «piedra que rueda no produce musgo»).

Recuerda Fernando que aquellos «cinco días» son la suma de tres días de huelga legal, del 28 de abril al 1 de mayo, y dos días más de cierre patronal. La explosión del conflicto estaba muy patente en las pancartas que lucieron aquel 1º de Mayo: ‘Un periódico de los empresarios que pagamos los trabajadores. No a los sueldos de miseria’.  «Quiero resaltar que el conflicto que sufrimos en el Diario de León, siempre se mantuvo en el ámbito laboral y, de forma alguna, se proyectó contra las personas tanto por parte de la empresa como de los trabajadores.  De hecho, había coincidencia tanto por la empresa como por los trabajadores, en la injusticia que suponía las abismales diferencias de los salarios del personal del periódico rival (La Hora Leonesa), que vivía de las subvenciones estatales, con nuestros emolumentos (casi la mitad) y que nuestras peticiones de equiparación, la empresa consideraba justas, pero argüían que la Ley les impedía asumirlas».

Y el ‘sindicalista Rubio’ recuerda ese detonante que surge en todos los conflictos: «El único motivo de fricción lo provocó una frase del presidente del Consejo de Administración, Ángel Panero, en una entrevista como presidente de la patronal de la Construcción, de la que yo fui testigo directo como fotógrafo, en la que dijo que ‘consideraba el periódico como un lujo’».

Pese a la ‘dureza’ que tenía la afirmación cree hoy Fernando Rubio que fue una de esas ocasiones en las que el contexto marcó los acontecimientos y Panero no la pronunció ‘tal y como suena’. «Ahora entiendo que, en el contexto de la entrevista, quería decir que él no sacaba un beneficio directo de su participación en el accionariado del Diario de León, como sí se lo reportaban sus empresas de construcción. Pero a los trabajadores, y a sus representantes, El Comité de Empresa, nos pareció ofensivo ya que no se puede mantener un ‘lujo’ a costa de un salario insuficiente de los que lo realizan. De ahí la frase que pusimos en la pancarta, que se puede ver en las fotografías, con la que nos unimos a la manifestación del 1º de Mayo, las ya citadas.

En su afán de acercarse lo más posible a la realidad de aquella huelga mediática, nunca mejor dicho, Fernando Rubio recupera el editorial que Diario de León publicó entonces para explicarse, bajo el título de ‘Huelga y cierre patronal’: ««El Diario de León, que durante 73 años y de forma ininterrumpida ha mantenido un contacto directo con sus lectores, no saldrá mañana a la calle. Duele decirlo y duele, mucho más, el vacío que nace inmediatamente después de salir de la máquina el último ejemplar de esta edición.

Huelga. Esta palabra que tantas veces ha salido en nuestras páginas de información laboral para cientos de conflictos, es la causa de que quede truncada una tradición informativa de tres cuartos de siglo, período en el que, salvando momentos políticos y problemas de toda índole -incluida una guerra civil- nunca ha dejado de acudir a su cita diaria con los lectores.

Quizá los lectores, más que nadie, tengan derecho a saber por qué mañana no encontrarán nuestro periódico en el buzón o en el kiosko. En última página ofrecemos un amplio informe del proceso con toda clase de detalles.
Digamos aquí que las fijaciones de los aumentos salariales han sido siempre, y lo seguirán siendo, terreno de lucha entre empresa y trabajadores.

En nuestro caso, este aumento, que quedaría fijado en un convenio colectivo el próximo 29 de mayo, está claramente limitado por un decreto que fija su tope máximo en un 14%; otro decreto-ley estipula que, si se rebasa este tope, la empresa perdería los beneficios estatales que gozan las empresas periodísticas - crédito oficial, subvención al papel, difusión, etc.- que como servicio público disfrutan. Por eso ha sido imposible atender a unas peticiones de aumento salarial que rondan, en algunos casos superan, el 90%. Esta cifra, del 90%, no ha sido elegida al azar; responde al deseo de equiparación con los salarios de los trabajadores de la ex-Prensa del Movimiento».

Analizaba después las ‘ventajas’ de aquella prensa del movimiento y la desleal competencia. A los cinco días el Diario de León volvió a los quioscos, con el tiempo La Hora Leonesa (prensa del movimiento) fue vendida por el Estado con todos sus homólogos por todo el país... y el Diario ahí sigue, al pie del cañón.

Y reflexiona Fernando Rubio, que a raíz de aquel conflicto cambió su vida y se fue de León, sobre una casualidad. O no tanto. «Es curioso, como efectos secundarios de la huelga y mi partida se consolidó como fotoperiodista Mauricio Peña. Y ahora que leo que se ha jubilado coincide que nosotros recordamos en esta sección aquella huelga que, de alguna manera, le convirtió en mi sucesor».

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