Teresa Rodríguez Lorden es una mujer cabreiresa, nacida en Santa Eulalia de Cabrera en 1941 y que después de una vida de duro trabajo, cuando la vida parecía sonreirle, acabó en la cárcel junto a su marido por un delito que no habían cometido; por lo que fue indultada... Su delito era tratar de proteger a sus hijos. La leonesa fue indultada en Semana Santa del año 2007, fruto del privilegio que tiene la Cofradía del Santo Cristo del Perdón de León.
Esta resumida historia es la que recoge en su último libro otro cabreirés de adopción, José Manuel Roces en su última obra, ‘Una cabreiresa inocente’. «Yo había conocido esta dura historia ‘de oídas’, se repetía en las conversaciones de mis largas temporadas en Cabrera, y me fue entrando el gusanillo, me apetecía saber qué había en ella de verdad y leyenda, pero al conocer a Teresa y José, especialmente a ella, me sedujo todo: su bondad, el dolor de lo que ha pasado, su biografía de trabajo para sacar adelante a una familia, cómo emigraron a Holanda para trabajar de sol a sol y poder comprar una casa en el Sur, que era ese paraíso que habían soñado para su jubilación... y se convirtió en un auténtico infierno».
Esta obra, publicada por Lobo Sapiens, se presenta este lunes en la Sala Región del Instituto Leonés de Cultura (a las 19.30 horas) en una cita en la que el autor estará acompañado por su editor, José Antonio Martínez Reñones, y ese gran defensor de la cultura cabreiresa que es Iván Martínez Lobo.
No es la primera incursión que José Manuel Roces realiza a personajes cabreireses, con anterioridad al que esta tarde se presenta en León —y que ya ha presentado en Cabrera— este asturiano afincado hace muchos años en León había dedicado otro volumen a un recordado personaje, que nada se sabe de él desde hace años, Salvador Cañueto; protagonista de ‘El bandolero de Omaña. Ni bandolero ni de Omaña, cabreirés’.