Este domingo mismo publicaba este periódico un reportaje sobre los últimos cines de la provincia, que eran cuatro hasta hace unos días pero se habían quedado en tres, pues hacía tan solo unos días se había anunciado el cierre definitivo del Cine Paramés, en Santa María del Páramo, “por decisión de la familia Casado”, que lo regentaba desde su creación en 1954.
Ayer se produjo una triste noticia que se puede considerar que completa la anterior: el fallecimiento, con tan solo 66 años, de José María Casado Cabello, uno de los dos hermanos que habían estado al frente de la sala en las últimas décadas, junto a su hermano Santi.
En un viejo reportaje de la revista cultural Leotopía (2017), explicaba José María Casado, hablando del edificio, que “ahí me crié, en la zona de la vivienda que tenía el edificio, y también fue el escenario de mis primeros pasos en el mundo del cine. Mi abuelo enseñó a mi padre las artes del oficio y este, a su vez, hizo lo propio con sus hijos”; por lo que, explicaba el redactor, “el apellido Casado lleva tres generaciones siendo sinónimo de amor por el séptimo arte en la zona del Páramo leonés”.
Y añadía José María: “no descarto que haya una cuarta. Mientras siga funcionando…”, pues deja dos hijos y una sobrina, pero, como explicaban los responsables de las otras tres salas abiertas en la provincia (Villablino, Cistierna y Astorga), corren “muy malos tiempos para el cine”, acosado por las plataformas, la comodidad y los gastos que acarrea una gran sala con cientos de butacas y muy pocas ayudas.