Unas horas antes de que llegara el esperado día de la inauguración de la nueve sede de Renacimiento Rural Leonés cada uno anda a lo suyo por allí; las jóvenes colaboradoras de la cocina a tenerlo todo a punto, la secretaria repasando los datos de una historia larga y en la que se ve la luz, Kike no para quieto, lo suyo es estar atento al más mínimo detalle para que todo «esté en orden», el presidente a las funciones institucionales para el gran día:
La inauguración de la nueva y flamante sede de una iniciativa realmente singular: Renacimiento Rural Leonés, el nombre lo dice casi todo: «Nuestra filosofía es la formación, la cultura rural y potenciar los servicios sociales en esta comarca. No trabajamos solo por nuestro pueblo, Santibáñez de la Isla, sino por toda la comarca y me atrevería a decir que por todo el sur de la provincia. Tenemos que adaptarnos a una ruralidad nueva y diferente; y en ella nosotros creemos en el futuro y esta jornada de hoy nos da la razón o, cuando menos, estamos en en buen camino»;señalaba José Antonio Martínez Reñones, presidente de Renacimiento Rural Leonés.
- ¿Cuantos años detrás de esta idea?; le pregunto a otro de los socios implicados en el proyecto, Serafín.
- Uf. Años. Desde antes de la pandemia. Nos pilló todo, la pandemia, que parecía que se llevó por delante a todos los albañiles del mundo, se incrementaron los gastos... pero la verdad es que la gente siguió creyendo en este proyecto que, a su vez, cree en el futuro del mundo rural.
La secretaria hace ese mismo repaso pero en números, ideas, iniciativas, que desembocan en el complejo ayer inaugurado de hotel, restaurante, tienda, centro social... «Primero logramos setenta socios, que pusieron su dinero, en la última ampliación llegamos a los 140, que nos parece una cifra muy importante y esperamos que se siga sumando gente, sobre todo del pueblo. No hay que olvidar que somos una Sociedad Limitada, que también creamos una Fundación, para tratar de lograr el objetivo de RRL: crear empleo, riqueza, fijar población...».
Y un emocionado Kike Fernández, un enorme trabajador solidario, también vicepresidente de Renacimiento Rural, no pudo contener le emoción en la inauguración, pero sí le llegó la voz para pedir lo que siempre ha sido su sueño: «Esta idea, este lugar, debe ser un punto de unión de todos los vecinos de la comarca. Así lo espero».
También tomaron la palabra en la inauguración algunos invitados y socios. Uno de ellos era José Luis ‘Prada a Tope’. «Creo que esta es una obra ‘honrada’, que honra además a los antepasados del lugar. Yo aposté por quedarme en mi pueblo, que es lo que hacéis aquí, porque no podemos olvidar a nuestros mayores, tenemos que mantener el alma que le dieron nuestros mayores, adecuándolo a cada momento, también al actual. En El Bierzo trabajo para que las casas que se restauran en el pueblo realicen una restauración acorde a la tradición, con un premio ‘por tu pueblo’ para aquella gente que hace cosas para los demás, que es lo que he encontrado hoy aquí. Estoy muy feliz»
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En ese mantener la esencia de lo recibido, en arquitectura en este caso, tuvo mucho que ver el trabajo del arquitecto que dirigió las obras, el arquitecto y escritor Luis Carnicero, también presente en el acto. «Siempre tengo presente el pensamiento de un gran arquitecto que dice:‘De los espacios que sueño en mi mente a la realidad hay un abismo’. Sin embargo, este mal presagio no se cumple en Santibáñez de la Isla, en esta vieja Casa del Cura pues ‘el primer sueño que tuve al llegar a este lugar, en compañía de mi hermano, fue respetar esta Casa parroquial, que es significativa porque tiene dos plantas, que no es habitual.
Esa circunstancia fue el principio de inspiración de este proyecto, que significa la unión de casa a través de este porche y el patio posterior con la espadaña de la iglesia, que significa la ascensión, de los cuatro elementos: tierra, aire, fuego mirando al monte Teleno, y de agua, de santo baño. Ésa es la esencia de lo que significa, la vuelta a la ruralidad, a mantener por encima de todo la rehabilitación del patrimonio popular que tenemos».
Justo enfrente de la antigua Casa del Cura, ahorra sede de Renacimiento Rural Leonés, está el edificio de la histórica Cooperativa San Blas, con una placa en su pared que reza: «Cooperativa del Campo San Blas. 105 años ininterrumpidos de cooperativismo (ahora ya son 110). Dos mujeres y 46 hombres constituyeron el 9 de mayo de 1915. El Sindicato Agrícola Católico de Santibáñez de la Isla».
Hoy todos los vecinos y socios de RRL reconocen, saben más bien, que aquella singular iniciativa fue realmente la primera piedra de este nuevo sueño que ayer se hizo realidad con la presencia de muchos socios, amigos, cooperativistas, gentes que a buen seguro se irán sumando a la idea y hasta alguna ausencia cercana que, seguramente, algún día lamentará no haber estado presente el día que se hizo realidad que en una Isla, de Santibáñez, creyeron que el mundo rural es posible.