El Cristo ya hace pie

El castillo de Peñarramiro, en el municipio de Truchas, está siendo consolidado en sus paredes y muy pronto volverá a gozar de una estabilidad que evita que se tema por la enorme escultura del Sagrado Corazón

Fulgencio Fernández
01/06/2015
 Actualizado a 15/09/2019
Contraluz en el que se puede ver la silueta del castillo y el Sagrado Corazón sobre las rocas. | MAURICIO PEÑA
Contraluz en el que se puede ver la silueta del castillo y el Sagrado Corazón sobre las rocas. | MAURICIO PEÑA
Muchas veces la historia y el orgullo no van de la mano. A la entrada de la Cabrera, por el municipio de Truchas, llama la atención de los viajeros el impresionante Cristo (en realidad un Sagrado Corazón)que desde muchos kilómetros se puede ver marcando el horizonte. Sin embargo, esta escultura de más de 6 metros, orgullo de muchos vecinos, apenas tiene medio siglo de historia y su mayor valor es, precisamente, su tamaño. Lo curioso es que a sus pies está la historia, emboscado en la lejanía y la altura de la peña, se pueden ver las paredes de un castillo medieval, el castillo de los Condes de Peñarramiro, del siglo XIV.

Hecho en el taller del vasco Larrea


En estos días, entre las anécdotas de las elecciones –entre las que se cuenta el hecho de que en La Cuesta compitieran por el sillón de la pedanía un marido y su mujer, con extraña victoria para el marido–se ha colado la evidencia de que el castillo y el Sagrado Corazón aparecen rodeados de andamios. Hace unos meses se anunció que el peso de la estatua que se levantó con las aportaciones de los vecinos y se hizo en los talleres de un escultor vasco, Larrea, hacía correr peligro a la estructura del castillo de Peñarramiro, incluso se habló de la oportunidad de desmontarlo para evitar mayores problemas.

El Ayuntamiento de Truchas, en cuyos terrenos de Valdavido se encuentra elconjunto, no echó en saco roto el aviso del peligro que corrían pues, señalan, «es uno de los grandes atractivos turísticos de la zona;sin duda el que más visitantes recibe a lo largo del año. Es cierto que la historia está en el castillo pero mucha gente no lo vería si no estuviera también el Sagrado Corazón, que llama la atención y todo el mundo pregunta por él».

El entonces alcalde, Francisco Simón, reconocía que se trataba de una obra complicada «por lo escarpado del terreno donde se asienta el torreón, pero no es menos cierto que hoy en día todo tiene solución».

Y la tuvo. Cuando existe voluntad de hacer las cosas parece que se hacen y el Ayuntamiento de Truchas sumó el apoyo del proyecto Leader Montañas del Teleno e, incluso, puso otro dinero «a mayores»y se pudo abordar el proyecto de consolidación del castillo, con un presupuesto inicial de 33.000 euros.

El proyecto fue adjudicado al arquitecto Javier López Sastre, un buen conocedor de la comarca pues ya ha trabajado con anterioridad en ella y a él se deben, por ejemplo, las aplaudidas intervencionesen lospajares de Villar del Monte, así como la plaza del mismo pueblo, la casa de la chimenea, y otros núcleos como Forna y Ambasaguas.

Javier López Sastre también muestra su satisfacción por haber podido dirigir esta restauración que, como se ha señalado, es complicada por lo escarpado del terreno y estar a una altura cercana a los 1400 metros, pero es una huella más que deja en esta comarca de La Cabrera, tan rica arquitectócnicamente. «La intervención se ha centrado en el castillo, que era el que había sufrido un evidente proceso de deterioro. Se trataba de consolidar, que ya está hecho, la torre delhomenaje y reponer muchas piedras que se habían caído en los últimos años y que ya están asimismo repuestas. La obra ya está en la recta final».

El principal problema que tenía el castillo de Peñarramiro, señala López Sastre, es la dura climatología. «Cuando las piedras se empiezan a soltar el agua se mete en ella y hacerse hielo engorda, por decirlo deuna forma que se entienda, y revienta las paredes, que es lo que había ocurrido».

Y el Cristo, mejor el Sagrado Corazón, ahí sigue presidiendo y seguramente más tranquilo porque, como decían en el bar de Truchas, «ahora ya hace pie».

El Sagrado Corazón, al que los expertos consideran más un pegote que un peligro, lleva ahí desde septiembre de 1965, cuando fue inaugurado y hasta se hizo una pista para subir y también un altar. Tiene una escalera interior que se quiso utilizar como mirador para ver la Cabrera Alta pero no lo consideró oportuno la Comisión de Patrimonio. El castillo, por su parte, conserva los restos de la torre del homenaje, sobre la que está la estatua, y otra torre cercana, Malvecino. Una zona amurallada, una torre vigía, un cubo y un pozo completan los restos que sobreviven.

Los vecinos esperan la llegada de la final de la Copa del Rey y hablan de los andamios.

- El Cristo dicen que no tiene valor.
- ¿Quién lo dice?
- Lo dicen.
- Pues yo no lo digo.
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