A la entrada del Museo de la Tercia y Arbas de Villamanín, antes de acceder a la sala, una vieja ventana de piedra con rejas recuerda la vieja forma de vida y de costumbres. «Ventana de ventaneo», dice un clásico que recuerda cuando se cortejaba a las mozas y se aguantaba el frío del invierno de ‘este lado’ de la ventana. A su lado el texto que explica la intrahistoria de esta ventana «de piedras ferruginosas, descoloridas por el paso de los muchos años, que tienen su historia. Todo empezó con la llegada del ferrocarril a Villamanín en el año 1868, con parada de todos los trenes...».
Y lo significativo de este texto, lo emotivo, es quien lo firma: Rosa Gutiérrez. Es una especie de homenaje a ‘doña Rosa’ la maestra que un día se volcó en poner en orden aquellas viejas cocheras, reunir las piezas, explicarlas en paneles y ella misma se encargaba de abrirlo y explicarlo, de ser su altruista guía.
En agosto de 2023, hace casi dos años, falleció esta altruista maestra, y gran conocedora de la historia del pueblo, y el Museo de la Tercia y Arbas cerró sus puertas... hasta este fin de semana, que las ha vuelto a abrir, con algunas novedades que nos hablan de tiempos nuevos entre viejas piezas. Fundamentalmente la digitalización y el uso de nuevas tecnologías en medio de unas paredes y vitrinas repletas de recuerdos y fotografías antiguas, de cómo fue la vida en esta comarca de montaña y nieve.
El museo abrirá, en principio, todos los sábados —también día de mercado en el pueblo— de 10 de la mañana a 2 de la tarde, y para realizar visitas durante la semana, de lunes a viernes, hay que llamar a las oficinas municipales para concertar la cita. La entrada es gratuita.
La principal novedad de un espacio amplio, con muchas piezas repartidas por temas pero bien distribuidas, es el uso de las nuevas tecnologías. Diversas pantallas táctiles permiten ver las secciones que ofrece el museo, explicaciones de las mismas, viejas fotografías —y muy bellas— agrupadas por temas y, sobre todo, la posibilidad de descargarse un Código QRque permite conocer las características e historia de las piezas que alberga este Museo, agrupadas por los mismos temas que ya un día imaginó y ordenó Rosa Gutiérrez.
Recordados personajes de la Tercia y Arbas, la nieve y sus circunstancias; la vida religiosa y sus edificios; las escuelas y sus maestras, el material escolar, los pupitres y libros;los trabajos con sus máquinas de coser, un espectacular telar; el mundo de la ganadería y la leche, tantos años sustento de la comarca, lecheras, medidores; trajes tradicionales de fiesta y de trabajo;el mundo de la trashumancia y sus aperos y carlancas para mastines... todo un viejo mundo contenido en una histórica cochera que hoy es un coqueto museo, uno de los más bellos y cuidados de la provincia.