'Las cuatro estaciones' (de Feve), un disco "dedicado al fantasma del tren que ya no es"

Es el primer trabajo discográfico del proyecto Helus que, formado por Luis Miguel Díez y Heliodoro Villa, será presentado este jueves en El Cafelito

17/12/2025
 Actualizado a 17/12/2025
La portada del primer disco de Helus, formado por Luis Miguel Díez y Heliodoro Villa.
La portada del primer disco de Helus, formado por Luis Miguel Díez y Heliodoro Villa.

El realismo mágico también se escucha. Al menos así se lo parecía a Luis Miguel Díez cuando se encontraba grabando ‘Las cuatro estaciones’ junto a su compañero, Heliodoro Villa, con el que forma el conjunto musical Tambor. Desde ahora, también Helus; nombre tras el que se esconde un proyecto vertebrado por un sonido programático «que se aleja deliberadamente del concepto tradicional de canción».

Cuenta Luis Miguel Díez, antaño miembro de la extinta banda Fundición Odessa, que, al ir alumbrando este reciente trabajo discográfico, se acordaba habitualmente de ‘Pedro Páramo’. «Es un poco como alguien que está llamando a los muertos», dice: «En ese espacio es donde se sitúa la música». El muerto al que llaman los hacedores de estas cuatro estaciones musicales, que poco o nada tienen que ver con las de Vivaldi, no azota a la memoria en forma de persona, sino que lo hace en forma de tren. En la de uno concreto: el de Matallana. Es por eso que a sus canciones las titulan los nombres de algunas de las localidades por las que pasa el emblemático vehículo, al ‘Preludio’ y el ‘Cierre’ –primera y última piezas del proyecto– se suman ‘Matallana’, ‘La Vecilla’, ‘Boñar’ y ‘Cistierna’. Por todas ellas pasaba un histórico ferrocarril, del que, según Díez, ya solo quedan los recuerdos. 

«Está dedicado a la memoria, al fantasma más bien, de ese tren que sigue funcionando, pero que, en realidad, ya no es ese que nosotros vivimos», apunta el músico: «Lo hemos hecho en formato instrumental, con cuatro canciones que son cuatro estaciones emblemáticas de nuestra época: Matallana, que esa es impepinable; La Vecilla, que es donde íbamos a bañarnos en verano; y Boñar y Cistierna, porque tuvimos una cierta conexión con ellas». Fue la memoria que el leonés traduce en nostalgia lo que pulsó la ambición de Helus para alejarse del pop y el pop-rock de Tambor y desarrollar «una música que llaman hipnagógica» en referencia a «ese momento entre la vigilia y el sueño».

Un «vivero de progresiones, acordes y armonías» que estaban «explorando» sirvió de caldo de cultivo para ‘Las cuatro estaciones’, que coincide en el tiempo con las movilizaciones pujantes contra el abandono de unas vías que hace más de una década dejaron de ser testigos de la llegada de aquel tren a la ciudad. «El tren que yo recuerdo no va a volver; incluso aunque volviese a entrar la máquina a Padre Isla, no va a volver... Pero esto no tiene nada que ver con el oportunismo; es una puñetera casualidad», refleja Díez contundente: «Yo doy por perdido aquel tren... Ahora podría revitalizarse y podrían los periódicos llenar las portadas con ‘Gran éxiro de Feve, que mueve a no sé cuántas personas’... Sí, pero no es aquel. Nosotros le hemos puesto música a aquel». En sus palabras, «si hubiese algo que recordar, no solamente sería ese tren, sino todo aquel tiempo; esa época pre-internet». «Cuando éramos jóvenes», añade entre risas: «El disco tiene sus atmósferas y a veces es como si estuviéramos oyendo abrir el cajón de la cómoda de la abuela, del que se sacaba la manta para abrigarse algo más en invierno, y luego escuchando cómo se vuelve a cerrar ese cajón».

Este mismo jueves, a las 20:30 horas en el Espacio Yvium gestionado por la Fundación Proconsi y ubicado en El Cafelito, la «música para escuchar en estaciones de Feve» podrá escucharse también en la capital provincial de la mano de una presentación cuyos asistentes podrán conocer los detalles del proceso creativo y compartir un encuentro cercano con los autores. Todo de la mano de «un viaje sonoro hacia un legado que permanece vivo en la memoria colectiva» adquiriendo la forma de un vinilo que Luis Miguel Díez tilda de «anticomercial». «Estamos haciendo un disco anticomercial en la época de la música con Inteligencia Artificial», suelta: «Esto es para arruinarse, pero estoy seguro de que nosotros nos vamos a enriquecer». 

No quieren mostrar de antemano sus rostros para evitar condicionar a sus oyentes. Quizá también para alimentar esa magia que atraviesa un disco que ya es una realidad. Un disco que sonará este jueves en El Cafelito leonés. Que suena como los recuerdos que estos dos leoneses mantienen del tren y que quiere ser la banda sonora de ese «fantasma» que serpentea entre las montañas de la historia de León.

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