Construcciones que son de León

El libro ‘Edificios Singulares del Ayuntamiento de León’ –a la venta a partir del día 21 por 9,95 euros con La Nueva Crónica– repasa la historia y características de algunos de los más representativos de la ciudad

L.N.C.
07/02/2021
 Actualizado a 07/02/2021
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La historia de las ciudades queda grabada en su arquitectura. El tiempo y las circunstancias alteran su imagen (crecen, se transforman…) y estos cambios se reflejan directamente en sus calles y edificios. Varias de las construcciones más representativas de León son de propiedad o uso municipal y algunas de las más destacadas –cuarenta de un inventario que ronda las cien– se recogen en el libro ‘Edificios singulares del Ayuntamiento de León’, a la venta a partir del 21 de febrero por 9,95 euros con La Nueva Crónica.
En la publicación –con textos de Rosa Álvarez y fotografías de Mauricio Peña y Saúl Arén– comparten espacio construcciones muy diferentes, aunque con un objetivo común: prestar un servicio a León y los leoneses. Muchas se encargaron de cero, otras se compraron y remodelaron y algunas de ellas, aún sin ser propias, se utilizan actualmente por parte del Ayuntamiento tras la firma de un acuerdo.

En las páginas de este libro se explican los motivos que impulsaron su edificación, quiénes son sus autores, sus elementos más característicos y los cambios que han sufrido a lo largo del tiempo. Algunas suman siglos de antigüedad y otras son relativamente nuevas, apenas tienen unos años, pero es otro criterio diferenciador, el de su función o uso, el que ha servido para estructurar los distintos capítulos.

El primero de ellos agrupa las casas consistoriales de la ciudad: el Ayuntamiento de San Marcelo, diseñado en 1584 por Juan del Ribero Rada y al que en 2019 volvió el despacho de la Alcaldía; el edificio municipal de Ordoño II, que se compró en 1996 a la entonces Caja de Ahorros y Monte de Piedad de León y que en 1012 se vio amenazado por un incendio; y el Consistorio Viejo o Mirador de la Plaza Mayor, que se levantó entre 1674 y 1677 y que, pese a su nombre, no fue diseñado para ser Ayuntamiento, sino balcón oficial.

El segundo bloque recoge cinco construcciones educativas. Son el Grupo Escolar ‘El Cid’, escuela infantil proyectada en 1902 por Manuel de Cárdenas Pastor y desde 2006 oficina provincial de Cruz Roja; las antiguas escuelas de Julio del Campo, donadas a la ciudad en 1917 por el cantero que las construyó; el Colegio Ponce de León, una escuela para niñas que la Guerra Civil convirtió en cuartel y centro de detención y que actualmente sigue funcionando como centro escolar; el CHF, que fue Colegio de Huérfanos Ferroviarios hasta el curso 1983-1984 y que hoy sirve de cuartel para la Policía Local y edificio multiusos; y el Coto Escolar ‘San Francisco de Asís’, una Aula de Naturaleza de más de 120.000 metros cuadrados que los niños de la ciudad pisaron por primera vez en 1984.

Cuatro centros para las empresas y para la formación y el empleo componen el tercer capítulo. La Escuela de Hostelería que abrió en 2007 en un edificio protegido de los años 40; el Centro de Empresas de Base Tecnológica (CEBT), conocido como ‘Edificio Rojo’ por su característico aspecto externo; el Vivero de Empresas ‘León Oeste’, creado para acoger negocios e ideas empresariales novedosas y dar vida al barrio ferroviario; y el Complejo ‘Juan Abelló’, un centro de formación que recuperó una antigua fábrica de productos químicos comprada mediante subasta por su anterior propietario en 1941.

También tienen su espacio en este libro edificios para la difusión de la cultura como el Auditorio ‘Ciudad de León’, diseñado por el estudio madrileño Mansilla+Tuñon Arquitectos e inaugurado en 2002; la Casona de Puerta Castillo, que fue Arca de la Misericordia y que se recuperó como sede del León Romano; las criptas arqueológicas de Puerta Obispo y Cascalerías o el Palacio de Congresos, Exposiciones y ‘Petit Palais’, proyecto de Dominique Perrault que aprovecha las instalaciones de la antigua Azucaera de Santa Elvira. A ellos se unen la Fundación Vela Zanetti, que reúne una parte significativa de la obra del pintor; el Palacio del Conde Luna, construcción del siglo XIV convertida en Centro de Interpretación de la historia del Reino de León y sede de la Universidad de Washington; el Palacio de Don Gutierre ‘salvado’ tras desplomarse parte su estructura en 2002; Espacio Vías o el Centro de Interpretación de las Tres Culturas de Puente Castro.

En el quinto capítulo se agrupan tres edificios polivalentes construidos para dar servicio a los barrios: los centros cívicos ‘León Oeste’, ‘Ventas Este’ y ‘Ventas Oeste’ y, en el sexto, las protagonistas son cuatro de las instalaciones deportivas de la ciudad. El Palacio Municipal de Deportes, proyectado en los años 60 y ampliado en los 90; el Estadio de Fútbol de León, que en 2001 dio el relevo al antiguo campo (que había sido inaugurado en 1955) y que se rebautizó como ‘Reino’ siete años después; el Área Deportiva de Puente Castro, en funcionamiento desde 1998, y el Luchódromo, construido en 2011 junto al Pabellón ‘La Torre’.

Ya en el último bloque, el séptimo, se encuentran otras construcciones no menos importantes como el Archivo de Julio del Campo, que fue parque de bomberos y funeraria; la Casa del Peregrino que hoy ocupa uno de los dos restaurantes con ‘estrella’ de la ciudad; el Mercado del Conde Luna; la capilla del Santo Cristo de la Victoria de la Calle Ancha; el Tanatorio Serfunle; el Hogar del Transeúnte que creó el Ayuntamiento y gestiona San Juan de Dios; el Kiosco de la Música de la Condesa; el Aula de Energías Renovables junto al río Bernesga o la Casina de Quevedo.

Conocer la historia de todos ellos es acercarse un poco más a la de la ciudad.
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