La codorniz en pimiento de Marcelo Ramón

Hoy os dejaremos con un gratísimo sabor de boca. Unas limpias codornices enteras, peladas y pulidas. Cuidado con los perdigones aquellos que tengan la suerte de disponer de ejemplares de tiro. Las envolvemos en una fina loncha de beicon después de salpimentadas por dentro, las introducimos en unos carnosos pimientos rojos, lavados y abiertos por la parte del pedúnculo y retiradas las semillas y nervios. Los colocamos en una cazuela en posición vertical, procurando que queden apretados unos con otros. Aderezamos con un cuarto de pastilla de sabor desmenuzada y un chorrín de coñac por pieza. Ponemos las boinas de las hortalizas para cerrarlas y regamos con un hilín de aceite de oliva. Fuego medio tapamos la rustidera y a estofar, como una hora o un poquito más. Los aromas envuelven la estancia. 
Cuando ya estén tiernas, recuperamos el caldo que se ha formado en la olla. En una sartén con aceite, pocharemos unos ajos y cebolla picadines. En cuanto empiece a coger color, puntina de harina, cocinamos y mejoramos la salsa con una cucharada de carne de pimiento choricero. Ponemos el líquido reservado y lo llevamos a hervor. Pasamos la túrmix y a la cazuela de las aves. Cocción lenta para amalgamar sabores y ya están.
Emplatamos pelando los pimientos y acompañamos con un puré de patata que habremos cocido, pelado, chafado al que otorgamos la cualidad de cremoso con un taquín de mantequilla, una yema de huevo, un poquín de leche y después de salpimentar, incluimos un puñadín de perejil picado.
No olvidar napar con esa salsa que como he referido en otras ocasiones, sería capaz de tomarla a cucharadas. Mejor con pan de hogaza. Tinto del Bierzo DO de uva Mencía. 
«A merced» de la bodega Michelini y Mufatto, vino de autor y alta expresión. Ya sabéis dónde encontrarlo y de quién es la idea, Romi, vinatería Amarone.
Después de daros las gracias efusivamente espero veros a la vuelta. Ya os echo de menos.
¡Tranca!