Cenología

'#Salvemoslascenas’. Con esta sencilla frase, Ikea pone en boca detodos un debate que no es nuevo, pero que gracias a su genial anuncio,y coincidiendo con la vuelta al cole, está de plena actualidad.

Lo que quizá muchos de ustedes no conozcan es que tras el spot existe un estudio llamado "Salvemos las cenas: cómo influyen los deberes en el día a día de los hogares españoles",realizado por Ikea España , donde el 95% de los profesores de primaria y secundaria cree que hay otras actividades que pueden ayudar a los niños a reforzar sus aprendizajes, como son las tareas cotidianas, o el juego. Este estudio también revela que un 43,6% de los niños afirma que los deberes les agotan y les deja poco tiempo para estar con la familia y amigos, y que para 1 de cada 3 padres la carga es excesiva.

España es uno de los países europeos donde los niños pasan más tiempo en el colegio, hacen verdaderas jornadas laborales si tenemos en cuenta a ‘los madrugadores’, que ya desayunan en el colegio, el comedor, las extraescolares… Y al llegar a casa ¿deberes? Me pregunto cómo llevan ustedes eso de llevarse trabajo pendiente a casa, porque les diré que los alumnos españoles dedican, según la OCDE, una media de 6,5 horas a la semana a hacer deberes.

Resulta a todas luces desproporcionado, que tras pasar tantas horas en las aulas, al llegar a casa haya que abrir libros y cuadernos y seguir trabajando. Esto esclaviza no sólo a nuestros hijos, si no también a padres y madres que llegan a carreras para ayudar en los ejercicios de matemáticas o repasar las lecciones dela impronunciable Science. Y esto mismo abriría otro debate, porque no todos los padres pueden ayudar en las tareas escolares, muchos no pueden por falta de tiempo o simplemente ¡porque no saben! Yo misma siento sudores fríos de pensar enayudar a Dimas con las primeras raíces cuadradas, ecuaciones o simples ejercicios de razonamiento. Con lo que además se generan unas desigualdades importantes, que muchasveces se intentan solventar con clases particulares de apoyo. Clases y más clases,todo un sinsentido.
No estoy diciendo con todo esto que se deban erradicar los deberes como si de una plaga del Antiguo Egiptose tratara, de hecho, pienso que puede resultar beneficioso que nuestros hijos realicen en casaalguna tarea escolar, fundamentalmente a partir desecundaria, para conseguir fijar hábitos de estudio, y favorecer su sentido de la responsabilidad con sus obligaciones escolares. Pero por favor, todo en su justa medida, hagamos caso de las palabras del profesor César Bona: "Un niño de seis años no puede llegar con deberes a casa, tiene que disfrutar de la infancia”. Y permítanme que yo añada que nosotros, los padres, también tenemos que disfrutar de la infancia de nuestros hijos, donde el tiempo vuela y todo pasa demasiado rápido. El profesor, finalista del Global Teacher Prize (único español en la lista) nos dice también que “hay vida más allá de los deberes, deberíamos dejar a los alumnos con ganas de ir a la escuela al día siguiente”. ¿Tienen sus hijos ganas de ir a la escuela mañana?

Esto mismo les podría decir mi tía Isa, maestra toda su vida en escuelas de la Extremadura profunda,donde les aseguro que sus pequeños alumnos, tenían ganas de acudir a sus clases cada día.

Vivimos en una sociedad estresada, en un país donde la conciliación de la vida laboral y familiar es un chiste, y nuestros hijos no son ajenos a esto. Es fundamental compartir tiempo con ellos cada día, tiempo de calidad en el que realizar tareas juntos, aprender, hablar, jugar… Su principal “deber” es el de ser felices. No nos olvidemos de que los niños necesitan, al igual que nosotros, descansar, dormir las horas suficientes, pasar tiempo en familia… En definitiva, dejemos a los niños ser niños, que ya tienentoda la vida para ser adultos estresados.

Sofía Morán de Paz (@SofiaMP80) es licenciada en Psicología y madre en apuros.