
Además de cuidar al máximo la decoración del establecimiento en sus dos plantas, Rivas tenía muy claro el otro aspecto relevante de la renovación, la luz. «Teníamos que aprovechar la oportunidad, enseñar la cafetería, sacarla a la calle». Lo han conseguido, la visibilidad es indudable y la luz natural es infinitamente superior a la que recibía el antiguo local.
Pensando sobre todo en el cliente, el nuevo Café Victoria dispone de otro elemento diferenciador en el sector de la hostelería leonesa, el Pay Pod, un sistema de cobro innovador ideado, entre otras cosas, para agilizar el pago en efectivo y dispensar el cambio con la mayor rapidez, a la vez que resuelve los problemas de higiene eliminando la necesidad de que el personal de caja manipule dinero en efectivo.
Una zona de juegos para los más pequeños, totalmente renovada con los medios digitales más modernos del mercado, completan una transformación de la que Esther Rivas, dice sentirse muy orgullosa, entre otras cosas, porque el cambio «ha gustado mucho en todos los aspectos». Parte de culpa la tiene Planta Baja Interiorismo, empresa responsable de este espectacular cambio.