"Buscamos la poética de Walt Whitman con la puesta en escena de Norma Duval"

El mejor directo a ambos lados del Órbigo, Catalina Grande Piñón Pequeño, llega este viernes a la plaza de San Marcelo de León. No se lo pierdan o se arrepentirán

David Rubio
21/06/2023
 Actualizado a 21/06/2023
David Verderón, el pasado fin de semana en el escenario del festival Vintoro, en Toro (Zamora). | L.N.C.
David Verderón, el pasado fin de semana en el escenario del festival Vintoro, en Toro (Zamora). | L.N.C.
Mucho han cambiado las cosas para Catalina Grande Piñón Pequeño, el grupo de Benavides de Órbigo, desde que muchos leoneses los descubrieron el pasado año en las fiestas de San Juan. Este 2023 vuelven a la plaza de San Marcelo, el próximo viernes 23 de junio a las 21 horas. No se lo pierdan o se arrepentirán.

- La última vez que le entrevisté, los que más bailaban en sus conciertos eran los colegas que venían con el grupo desde Benavides. Hoy tienen groupies allí donde van, aparecen en los carteles de los festivales, telonean a los grandes y se ven fotos de su camiseta ‘Lo mejor de Madrid es cuando vuelvo pa León’ por todo el mundo. ¿Qué ha pasado exactamente?
- En este tiempo, hemos salido de León y hemos exhibido nuestra criatura por muchas ciudades, y allí donde lo hemos hecho, ha sido muy bien recibida. Estamos mucho más que contentos con la respuesta del público. Sabemos que esto puede ser flor de un día, así que disfrutamos del viaje.

- Actúan en las fiestas de León, en las que mucha gente les descubrió el año pasado. ¿Qué va cambiar de su anterior directo al del próximo día 23?
- Nos encomendamos al noble arte de la improvisación en muchos momentos de cada concierto. Es lo que los vuelve cambiantes. Crear un microclima con el público es básico. Lo que sí puedo decirte es que repetimos la eventualidad del pasado año. Nuestro batería está indisponible, y vuelve para echarnos un flotador Dani, batería de Zoketes, la banda más rápida al este de cualquier lado.

- Ahora que ya ha conocido más escenarios y más camerinos, ¿sigue pensando que hay que desconfiar de un cantante que no sude?
- Sin duda. Venimos de acompañar a Lendakaris Muertos por un montón de salas del país y jamás ha acabado un concierto sin que el camerino tenga aroma a agua de tortuguera. El olor del trabajo bien hecho.

- La pandemia truncó la presentación en directo, su hábitat natural, de su primer disco, y pronto salió el segundo. ¿Se ha producido un cierto efecto rebote en la organización de conciertos y festivales… pese a que siguen llenando los carteles de las fiestas de los pueblos las orquestas que se llevan 20.000 euros?
- Esas orquestáncanas, como grandes embaucadores peliculeros, aposentan sus dos camiones en la plaza de tu pueblo, funden las retinas del público con una sobredosis de luces mientrasgraznan "aplauso, aplauso, aplauso, grito, grito, grito, lolololololo" y cuando te das cuenta están escapando con 20.000 euros de las arcas públicas. Una estafa ética a la altura de la zona azul. Espectacular. El año que viene no olvides volver a llamarlos. Nosotros, humildes asalariados, estamos muy contentos con cada fecha que nos sale, y celebramos como goles en el 92 ver en los carteles a grupazos de aquí, que los hay, y muy buenos, véanse Gente Muerta, los ya citados Zoketes, Death Bringer, Lions Way… León vive un momento cultural muy bueno, debieran aprovecharlo los organizadores de eventos.

- Su promoción de la cecina leonesa en letras y conciertos está fuera de toda duda. ¿Qué pasa con el resto de productos leoneses?
- La cecina no es para mí solo un alimento, es prácticamente mi signo del zodíaco. Es versátil, ágil y grácil, y seguramente hay algún médico que la recomienda como sustituto de la fruta. Ese médico siempre en mi equipo. Nos encanta sacar pecho con cualquier producto leonés, desde el cocido maragato hasta los Ronchitos, sabe dios que sí. Pero la cecina no tiene rival, es perfecta. Quita el hambre y limpia el alma.

- Después de la bota de vino y el mono de sacar abono, ¿qué otras sorpresas nos deparará su fascinante merchandising?
- Como dijo el poeta Javier Ibarra : "Todo lo que hago es para hacerte reír". Y la mayor parte de nuestro merchan busca ese objetivo final. Intentamos tener un puesto en constante crecimiento y regentado por alguien con sonrisa auténtica. Les mando un beso a Sandra y Paloma, que evitan que tenga que hacerlo yo, soy un negado en este aspecto. Uno de los productos que podrás ver en el próximo concierto es el jabón de cecina. Mi abuelo se hubiese reído un montón con esta pieza, seguro.

- ¿Qué le parece que nos pongan las elecciones generales en plenas fiestas de Santiago?

- Cualquier fecha me parece buena para ir a demostrar mi total desacuerdo con partidos forrados de mentes privilegiadas que , entre otras ideas, facilitan las posibilidades de que las vacas contraigan la tuberculosis. Esa cecina que la coman ellos.

- ¿Cuál sería la evolución natural del punk fandango?
- Siempre digo que el objetivo final, es alcanzar la poesía de Walt Whitman con la puesta en escena de Norma Duval. Mientras dura esta búsqueda: ritmos rápidos, letras ácidas, baterías enfermas, guitarras superalimentadas y una montonera de público que acaba convirtiéndose en familia. Con nosotros y entre ellos. Catalina Grande Piñón Pequeño es algo mucho más que tres personas. Sin bajista, por supuesto.

- Una pregunta impertinente: ¿Están ya trabajando en su tercer disco?
- Sí, por supuesto. En la música el que se para, muere. Vamos a meternos de lleno en todos los conciertos previstos y a pasar el verano por los escenarios, pero en cuanto tengamos ocasión, nos juntaremos Richard, Adri y yo para darle banda sonora a todas las letras queando escribiendo. Me encantaría sacar un buen disco, me conformaría con uno digno.

- ¿Seguirán apostando por canciones cortas, directas y sin estribillo pegadizo?
- Si, desde luego. Creo que hemos convertido ese formato de canción en algo muy distintivo de la banda, así que no podemos abandonarlo, y habrá más de una así. Pero sabes que somos multidisciplinares, así que volveremos a trabajar estilos muy variados y en el camino, ofender grupúsculos que aún no hayamos tocado.

- ¿Habrá baladas para que las cante usted sentado en el borde del escenario como hacen las orquestas con ‘Soldadito marinero’?
- Sí que hay una balada cogiendo forma pero no para ser cantada sentado. Permanecer estático sobre el escenario es un gran error. También te digo que esa balada no la va a cantar nunca una orquesta, créeme.
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