"Del atentado a Carrero Blanco se puede sacar una versión exclusiva"

Pedro Víctor Fernández lleva este jueves a la sala Región del ILC su última novela ‘El laberinto del ogro’

14/12/2023
 Actualizado a 14/12/2023
El catedrático y escritor Pedro Víctor Fernández. | SAÚL ARÉN
El catedrático y escritor Pedro Víctor Fernández. | SAÚL ARÉN

En pocos días se cumplen 50 años del atentado que costó la vida al almirante Carrero Blanco, entonces presidente del Gobierno, un suceso que no solo causó una profunda conmoción en la sociedad española de la época sino que precipitó el final de la dictadura franquista, que se consumó solo dos años más tarde con la muerte de Franco. Este hecho es el que recoge la novela ‘El laberinto del ogro’ que acaba de publicar el catedrático y escritor leonés Pedro Víctor Fernández en la editorial Adarve, habiendo sido finalista del Premio Hispania de Novela Histórica 2023 y que este jueves se presenta a las 19:30 horas en la sala Región del Instituto Leonés de Cultura con presencia del autor, que estará acompañado por la periodista Verónica Viñas

 

Imagen Adarve 1 1
Portada de la novela de Pedro Víctor Fernández. | ADARVE

Ese largo tiempo transcurrido permite analizar este hecho, que cambió en cierto modo el curso de la historia de este país, desde distintas perspectivas, que es precisamente lo que ha hecho Fernández en esta publicación. «Para los historiadores cincuenta años se considera un tiempo suficientemente amplio para retomar algunos asuntos que sobre todo han sido polémicos. Sucesos como estos siempre tienen zonas oscuras de no fácil solución porque el historiador normalmente se basa en el documento escrito y hay ciertos hechos que no se escriben, lo que genera esas zonas oscuras que a veces la novela es capaz de solventar pero no el historiador, al que le falta documentación en la que apoyarse», argumenta el autor de ‘El laberinto del ogro’, para quien esta historia es la trastienda de los diferentes caminos de diferentes actores dentro de la escena que al final confluyen en ese 20 de diciembre de 1973 con el asesinato del presidente del Gobierno. «Era una trastienda complicada. En realidad a casi todos los actores que están en esa escena les viene bien que la figura de Carrero Blanco desaparezca, porque simbolizaba un poco el guardián de las esencias del franquismo en un momento en el que tanto la oposición como el interior del régimen están queriendo renovaciones. El sector aperturista del franquismo se está abriendo paso, aunque Carrero es el que los detiene de alguna manera, y también hay agentes exteriores, como pueden ser los servicios de inteligencia, especialmente la CIA, que también vigilan y custodian todo ese proceso». 


Para el autor, el comando Txikia de ETA que perpetró el atentado fue el brazo ejecutor, pero a su juicio resulta más que evidente que hubo protectores, elementos exteriores que guiaron y custodiaron ese proceso que ETA materializó, pero que de haber querido hubieran podido haber eliminado todo el complot que se llevó a cabo antes de la ejecución del magnicidio.

 

kissinger
Reunión de Kissinger con Carrera Blanco la víspera del atentado. 

Pedro Víctor Fernández tiene un recuerdo muy nítido de aquel hecho que vivió cuando todavía era un estudiante de EGB que esperaba con expectación las vacaciones de Navidad. A la pregunta de qué aspectos le interesaron más a la hora de llevar este suceso real al campo de la literatura, Fernández reconoce que «de vez en cuando hay personajes en la Historia que te hacen un guiño, y Carrero Blanco me lo hacía, porque –insisto– es un magnicidio que está lleno de muchas dudas, de muchas sombras y de muchos puntos oscuros. Para un historiador quizás eso no le atraiga demasiado, pero para un creador que quiere hacer novela histórica es un episodio muy atractivo del que se puede sacar una versión exclusiva», reconoce el autor de ‘El laberinto del ogro’, que está convencido de que todos los actores salieron ganando con la desaparición del almirante, si bien en el caso de ETA sus objetivos no estaban del todo claros. «En ese momento la banda terrorista se encontraba en una fase de lucha interna entre V Asamblea y VI Asamblea, entre ‘milis’ y ‘polimilis’. De alguna manera necesita abrirse fuera de Euskadi y entiende que el mejor terreno abonado es Madrid, donde llegan muy despistados, pero por una serie de confluencias, que en la novela quedan reflejados, empiezan a apuntar hacia la figura de Carrero Blanco, que en un primer momento querían secuestrar para intercambiarlo por presos políticos, aunque terminó imponiéndose la idea del magnicidio», sostiene Fernández, que también alude al interés de una parte del franquismo de sacar a Carrero Blanco de la escena política e incluso de algún servicio de inteligencia exterior, como el estadounidense. «De hecho la víspera del atentado se produce una entrevista clave entre el secretario de Estado Henry Kissinger y el almirante Carrero Blanco que no estuvo exenta de tensión porque los dos pretenden objetivos políticos distintos». 


Preguntado cómo habría sido la evolución del país de no haberse producido el atentado que terminó con la vida de quien entonces llevaba las riendas del poder, Fernández cree que si Carrero Blanco se hubiera mantenido en el poder unos cuantos años más la transición se hubiera retrasado pero no hubiera podido evitarse. «A lo mejor la transición se hubiera retrasado una década y es probable que para entonces Franco hubiera muerto, pero no en la cama. En diez años la oposición política al franquismo hubiera crecido más y se hubiera dado un escenario más agresivo, más cruento. La transición se hubiera producido de todas las maneras, ¿rupturismo en vez de pacto?, pero se hubiera producido».

Lo más leído