La reducción de emisiones y el tráfico del alfoz, retos de movilidad para León

Las obras para peatonalizar la tradicionalmente conocida como carretera de los Cubos, en la que el tráfico ha ennegrecido la muralla durante más de un siglo, y el adiós al asfalto de Ordoño como principal avenida de la ciudad han sido dos de los principales ejemplos que León ha puesto este viernes sobre la mesa en las jornadas técnicas del Observatorio de la Movilidad Metropolitana, que reúnen en Espacio Vías a un centenar de expertos de diferentes ciudades españolas, del Gobierno y de la Unión Europea y que se centran de manera específica en la creación de zonas de bajas emisiones. “Analizamos la recuperación del transporte público de la movilidad tras el covid, que ha sido uno de los principales problemas, y las medidas que se están aplicando en las diferentes ciudades para asegurar la sostenibilidad. En particular, estas jornadas ponen especialmente el foco en las zonas de bajas emisiones, una normativa europea que estamos aplicando en todas las ciudades de más de 50.000 habitantes y que obliga a tomar medidas en el ámbito de la movilidad y el transporte para conseguir reducir las emisiones en los centros urbanos y mejorar así la calidad de vida y la salud de las personas que viven y pasan por esas zonas urbanas más densas y con más intensidad de uso”, ha indicado el director del observatorio, Andrés Monzón.

Aunque en los diez últimos años se ha avanzado mucho, aún hay camino que recorrer para conseguir unas ciudades más sanas y sostenibles y de ahí que el alcalde de León, José Antonio Diez, haya reiterado su apuesta por una transformación desde el punto de vista de la movilidad y del transporte, pero también a través de la mejora de los espacios públicos.

Las peatonalizaciones y la apertura de nuevos espacios verdes se suman a la renovación del sistema de préstamo de bicicletas y a la ejecución de zonas de bajas emisiones en Alfonso V, Gil y Carrasco, San Agustín, Felipe Sánchez, Padre Isla, Ramiro Valbuena y José María Fernández, en las que a priori no habrá restricciones de circulación para ningún tipo de vehículo, pero sí se prevén cambios en cuanto a la rebaja de la velocidad permitida o la supresión del algunos carriles para el tráfico rodado.

“Ya se han adjudicado los contratos para la ejecución en distintos barrios de la ciudad. Hemos elegido un modelo más disperso que centralizado. Queremos llegar a todos los barrios de la ciudad y no solo a la zona más central con estas políticas de bajas emisiones. Queremos que sea extensible a toda la ciudad con ese compromiso de mejorar la movilidad, la calidad medioambiental de la ciudad en el que seguiremos trabajando. Inicialmente, no va a haber ningún tipo de restricción. Vamos a actuar básicamente en la plataforma viaria, actuaciones de plataforma única, mejorando el mobiliario urbano y el arbolado para dar una imagen mucho más humana a nuestras calles. Inicialmente, no va a haber ningún tipo de restricción de tráfico. Las cámaras de control, que también son obligadas de alguna manera en estas zonas de bajas emisiones, servirán para realizar estudios e informes sobre el nivel de tráfico y la intensidad o los horarios que en el futuro permitan tomar decisiones más adecuadas o acertadas, pero en ningún caso tendrán otro fin que no sea ese”, ha comprometido el alcalde.

Más allá de la reducción de emisiones contaminantes, el gran reto al que se enfrenta León desde el punto de vista la movilidad y la sostenibilidad es la coordinación con los municipios del alfoz, que generan un volumen de tráfico importante en las calles de la capital. “Tenemos una ciudad en la que la movilidad de los vecinos se realiza fundamentalmente a pie. Es lógico, es una ciudad cómoda para caminar y con distancias relativamente cortas, por lo que quienes vivimos en León nos movemos mucho a pie. El 70% de los recorridos los hacemos andando. Nuestro mayor tráfico rodado proviene fundamentalmente del área metropolitana, de los ciudadanos que viven en el entorno de la ciudad pero que realizan su actividad económica o laboral en León, lo que les obliga a moverse con vehículo. Y ahí es realmente donde debemos centrarnos para tener un único transporte metropolitano, en lo queya estamos trabajando con la Junta, y para ver todas las políticas de estacionamientos disuasorios que permitan la intermodalidad y evitar la presencia tan masiva que en ocasiones vemos de vehículos privados”, ha aseverado Diez.

Los expertos que se reúnen este viernes en León consideran que, aunque sea con reticencias ciudadanas, es imprescindible llevar a cabo los cambios necesarios a la hora de reducir la contaminación y mejorar la eficiencia energética a través de la regulación del tráfico y el incentivo de la movilidad sostenible y el transporte público.