Los personajes del tío Ful: Manolo Cuesta, 42 años en Iberduero (Iberdrola)

Toda su vida laboral estuvo "en la luz", de León Industrial a Iberdrola, aún tuerce el gesto cuando recuerda aquellas salidas en medio de una gran nevada "a buscar la avería"

03/05/2025
 Actualizado a 03/05/2025
https://youtu.be/O_ZaztOfYfE

Quedamos con Cuesta —«poca gente sabe que me llamo Manolo»— en Valdepiélago donde vive pero tiene que bajar a León, al fisio. «Tengo las rodillas destrozadas y un pinzamiento en la espalda... me mata, pero luego mejoro».

- ¿Y esas rodillas?
- ¿A ti qué te parece?Después de 42 años trabajando en empresas de electricidad —de León Industrial a Iberduero y después Iberdrola—, en mantenimiento, entre nevadas que salíamos de noche o cuando fuera... bastante bien estoy. Ygracias que estoy vivo, que de aquella generación nuestra quedo yo y el de la zona de Valencia de Don Juan, que también pagó caras las consecuencias, anda en silla de ruedas. Aquello era muy duro, con aquellas nevadonas terribles y sin medios, que ni teníamos ropa apropiada, ni calzado, ni nada. A pecho descubierto.

Yrecuerda Cuesta salidas por la noche a buscar la avería, poste por poste, a ver cuál había caído. «Muchas veces, en la collada de Cármenes y por ahí, teníamos que excavar un agujero en la nieve y colocar allí el poste;pero claro, después teníamos que ir todos los días para ir metiendo el poste más abajo hasta llegar a la tierra, según se iba derritiendo la nieve.

- ¿Se quedaban los pueblos sin luz con frecuencia?
- Claro. Yvarios días. Las nevadas eran así, pero no pasaba nada. Yel otro día con unas horas fíjate la que se preparó. 

Casi da la impresión de que le duelen las rodillas solamente de recordar otra de las faenas más complicadas. «Cuando se abrió la estación de Pajares se acumulaba nieve en los cables y teníamos que ir a quitarla pues los bajaban hasta la altura de la cabeza. Para avanzar, sin medios, nos teníamos que tirar sobre la nieve y un compañero te empujaba; y después tú a él...».

Fueron muchos años. Entró con 15, antes de tener la edad reglamentaria para trabajar. «Me decía el encargado, no te accidentes que no estás dado de alta... el día que cumplí los 18 años me bajaron a León y me dieron de alta en la empresa». 

 

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