Tres castillos y una Real Encartación en Valdepiélago

Tras varios siglos de existencia en que fue dependiente del obispo de León, se convirtió a finales del siglo XVI, en territorio de realengo

27/06/2025
 Actualizado a 27/06/2025
Restos del Castillo de Montuerto, que guardaba el paso hacia el puerto de Vegarada. | AYTO. VALDEPIÉLAGO
Restos del Castillo de Montuerto, que guardaba el paso hacia el puerto de Vegarada. | AYTO. VALDEPIÉLAGO

La historia del municipio de Valdepiélago está ligada a la Real Encartación de Curueño, y es que tras varios siglos de existencia en que fue dependiente del obispo de León, se convirtió a finales del siglo XVI, en territorio de realengo. Todos sus habitantes adquirieron la condición de nobles, obtuvieron la jurisdicción propia, la facultad de elegir a sus propios oficiales, quedaron exentos de impuestos y de la leva de los ejércitos, un estatus que se mantuvo durante trescientos años. 

Fruto de esta época son construcciones como los castillos de Aviados, Montuerto y Otero. Construcciones que muestran la importancia que tuvo el municipio de Valdepiélago, marcado por las aspiraciones de autogobierno y libertad.   

Montuerto

El Castillo de Montuerto  guardaba el paso hacia el puerto de Vegarada y todavía se aprecian restos de la antigua calzada romana. Algunas fuentes, como se recoge en castillosnet.org, citan este castillo como el lugar en el que la mujer de Alfonso III el Magno, Jimena la Navarra, y sus hijos urdieron la conjura para destronar al monarca y repartir la corona entre sus tres hijos. Alfonso IX cedió en dote el castillo a Doña Berenguela. También perteneció al comunero leonés Don Ramiro Núñez de Guzmán, señor de Toral de los Guzmanes y Aviados en tiempos de Carlos I. 
Esta fortaleza ocupaba por completo el monte sobre el que se asienta, aunque hoy día sólo quedan las ruinas de algunos gruesos muros en la cumbre del cerro.

Aviados

En Aviados se hallan vestigios del castillo del mismo nombre, cuya construcción se fecha a finales del siglo XI. Fue residencia ocasional de la reina Urraca I de León durante su turbulento reinado (1109-26), destruido por Pedro I el Cruel y desmochado por los Reyes Católicos. A finales del siglo XIII fue adquirido por la antiquísima casa de los Guzmanes de León. Durante el reinado de Sancho IV de Castilla, era señora de Aviados María Ramírez de Cifuentes, que se casó con Juan Pérez de Guzmán, señores de Toral, por lo que el señorío pasó a la casa de Guzmán en su descendencia, hasta el año 1837.

Valdepielago, restos del castillo de Aviados.
Valdepielago, restos del castillo de Aviados.

En 1467, el pretendiente Alfonso XII confiscó sus feudos (entre ellos Aviados) a Gonzalo Núñez de Guzmán, entregándoselos a su archienemigo Diego de Quiñones, conde de Luna. Sin embargo, la situación se invirtió cuando los Quiñones tomaron partido por Juana la Beltraneja, y el Guzmán por Isabel la Católica durante la Guerra de Sucesión Castellana, de modo que recuperó sus propiedades con la victoria de esta última. 
Este castillo de Aviados se encontraba situado en una posición inexpugnable, sobre una gran roca caliza. Estaba formado por tres recintos amurallados que rodeaban un torreón rectangular situado en la cima, siendo considerado uno de los castillos más fuertes y seguros de León. 

Otero

En la localidad de Otero de Curueño se encuentra, aún en perfecto estado de conservación, el Castillo palacio de los Álvarez de Acebedo, hoy día de titularidad particular. Conocida como ‘Casona de los Tovar’, fue su primera dueña María de Ordás quien casó con un Álvarez Acebedo en el siglo XVII y la marcó con su nombre actual. De estilo arquitectónico renacentista fue construida a mediados del siglo XV.

Valdepielago, restos castillo Otero del Cureño.
Valdepielago, restos castillo Otero del Cureño.

Cuenta con un robusto torreón, resto del antiguo castillo, y con una capilla propia dedicada a la Trinidad. En su fachada destaca un magnífico conjunto heráldico de seis escudos. Dispone también con ornamentación de rosetones, molduras y balcón. 

 

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