Atesora una de las estampas más bonitas de la provincia de León al ver el paso del río Esla ante los ojos de su castillo, pero Coyanza puede presumir como pocos municipios de una gran apuesta por el medio ambiente y la naturaleza como parte de su oferta turística.
Valencia de Don Juan es una localidad del sur de León que se puede disfrutar los 365 días del año si sabes cómo. Por ejemplo dando un paseo, en bici o caminando, por la línea divisoria entre Los Oteros y la ribera del Esla que marca el antiguo trayecto del ferrocarril, el conocido como ‘Tren Burra’ convertido en Vía Verde y que actualmente está reconocido como uno de los Caminos Naturales de España que discurre hasta la vecina localidad de Castrofuerte por un entorno que solo invita a evadirse y relajarse.
Un total de 11,5 kilómetros que ofrecen un paisaje inmejorable de campos que van cambiando de color con las estaciones del año según se va trabajando la tierra y que en esta época discurren por una senda con abundante vegetación y árboles, ofreciendo unas espectaculares vistas y sensaciones a quienes transitan por la Vía Verde.
Sin lugar a dudas, este espacio de la Vía Verde es un claro modelo de desarrollo sostenible y un recurso socioeconómico con el que cuenta el sur de León que merece una apuesta fuerte y decidida como está haciendo el Ayuntamiento de Valencia de Don Juan para mostrar todo su esplendor como se merece. La Vía Verde es una senda ideal para caminar, correr o andar en bicicleta recorriendo una parte del antiguo trazado del Ferrocarril de Vía Estrecha que unía Medina de Rioseco (Valladolid) y Palanquinos (León) desde el año 1915 hasta 1969.
Es ideal para todos los públicos ya que presenta un firme compactado y un desnivel muy reducido. La ruta comienza al norte de Valencia de Don Juan, próxima a la Urbanización Valjunco, atraviesa la villa en un tramo prácticamente recto, pasando por la antigua estación de ferrocarril y continúa paralela a la carretera LE-510 que se dirige a Castrofuerte. Casi a mitad del recorrido, encontraremos el área recreativa de ‘Bracas’, provista de bancos y mesas, que permitirá hacer una parada para poder disfrutar aún más del entorno. Continuando el camino, se llega finalmente a la localidad de Castrofuerte donde el antiguo apeadero de ferrocarril indicará el final de la ruta. En otras palabras, un entorno único que merece la pena disfrutar.