El queso es un alimento milenario cuya historia está ligada al desarrollo de la civilización humana. Un alimento universal con miles de variedades y versatilidad culinaria. De ahí que su elaboración sea todo un OFICIO, con mayúsculas, con ejemplos como la quesería leonesa Mánzer.
La tradición y el buen hacer es algo que se trasmite al paladar, y es que en Quesos Mánzer elaboran sus quesos de forma artesanal, desde 1930 en Castilla y León, en pleno corazón de Tierra de Campos, en Valderas. Una dedicación y un proceso que se mantiene fiel a los orígenes, manteniendo la misma tradición con la que nació esta quesería familiar.
Hablar de Quesos Mánzer es hacerlo de quesos que saben a tradición, amor por el entorno natural, y de la pasión por la calidad. Una manera de producción que nacía hace casi un siglo y que, actualmente, la cuarta generación mantiene viva. La máxima está clara: respetar sus raíces para dar sentido al presente y proyectar un futuro con identidad. Y el resultado no podría ser mejor.
Entre sus elaboraciones encontraremos quesos de oveja – curado con 150 días de maduración y viejo madurado durante más de 7 meses-, vaca -tierno-, mezcla -curado, semicurado y tierno-, o sus propuestas denominadas ‘Alma Libre’ -Vecchio, añejo y Sibaritascrème-. Están disponibles en su tienda física en Valderas, en la propia fábrica, o en la tienda online: www.quesosmanzer.com

En Quesos Mánzer apuestan, como decía su fundador, por la calidad no como una meta, sino como una práctica diaria. Por ello, combinan tecnología, experiencia y control riguroso para ofrecer productos consistentes, seguros y con sabor inconfundible. Un compromiso con la excelencia se refleja en cada etapa del proceso.
‘SibaritasCrème’, un queso de oveja único
Un queso de oveja de pasta blanda único en España, diseñado por un equipo de tecnólogos de alto nivel de la quesería Mánzer y el chef Peña, protagonizaba el pasado 25 de octubre la presentación de ‘SibaritasCrème’. Se trata de un queso premium que quiere posicionarse como referente y alternativa gastronómica en nuestro país. Entre el camembert y el brie, cambia la leche de vaca por la de oveja y su textura y sabor son muy diferenciadores.

«En la cocina convencional, la clave está en fusionar alimentos. Aquí hemos ido al origen y hemos diseñado un queso de cero, hemos visualizado lo que queríamos y hemos desarrollado algo único. Textura, sabor, cremosidad, esencia. El objetivo era buscar un queso muy premium que rozase la excelencia, algo que no existiese», señalaba Peña. Por eso el resultado es único. Nunca antes un chef había ido tan lejos, nunca antes se había juntado con tecnólogos de alimentos para elaborar un producto de alto valor añadido.
El chef también anunciaba que no se quedará ahí y que le ha cogido el gusto a colaborar con un equipo multidisciplinar de expertos queseros, para seguir «creando e innovando».