El papel de los fortines de Benar y Trascastro de Luna, en Riello

En la Edad Media, la zona fue testigo de la expansión de la monarquía asturiana y, después, de la repoblación

27/06/2025
 Actualizado a 27/06/2025
Vista del Castillo de Benar, que fue punto de control, calabozo y fortaleza.| ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE AMIGOS DE LOS CASTILLOS
Vista del Castillo de Benar, que fue punto de control, calabozo y fortaleza.| ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE AMIGOS DE LOS CASTILLOS

El municipio de Riello, en la comarca de Omaña, atesora un vasto pasado que se forjó en la Edad Media y que marca su posición clave defensiva. Muestra de ello son los restos de los castillos de Trascastro de Luna y de Benar, que dan testimonio de una época en la que el control sobre estas tierras se decidía en fortalezas. 

Durante la Edad Media, esta zona fue testigo de la expansión de la monarquía asturiana y, posteriormente, de la repoblación. Desde el siglo XIV, y con motivo de las concesiones otorgadas a distintos linajes por parte de Enrique II, los concejos omañeses integrantes del actual municipio pasaron a depender de los condes de Luna, a quienes estuvieron ligados jurídicamente hasta el siglo XIX .

El Castillo de Benar, en la localidad del Castillo y también conocido como Benal o Beñal, se documenta desde el siglo XIV, aunque en sus inmediaciones se han encontrado algunos restos que avalarían una ocupación algo anterior. En el año 1366, Enrique II de Trastámara concede a Juan González de Bazán el Castro de Benal, pasando en 1375 a Don Diego Fernández de Quiñones, quien lo hereda de su padre, siendo la primera fortaleza patrimonial de los Quiñones futuros señores de Luna. Desde el siglo XV se utilizó como  punto de control del Camino Real a Cangas del Narcea, como calabozo, como fortaleza, etc. hasta que a finales del siglo XIX fue derruido parcialmente. Estaba formado por un torreón trapezoidal, de al menos tres plantas, y rodeado por un recinto amurallado de forma triangular con otras dos torres circulares en los ángulos. Un doble cinturón exterior reforzaba el sistema defensivo. Fue declarado Bien de Interés Cultural el 22 de abril de 1949 y, recientemente, ha sido objeto de una restauración para mantener sus restos. 

Por su parte, el castillo de Trascastro de Luna, con un marcado carácter defensivo, conserva restos de su torre y vestigios de lo que fueran paredones. Se cita en distintos documentos medievales dentro del conjunto de fortalezas que constituyeron durante años el sistema defensivo del reino astur leonés contra los musulmanes durante el periodo altomedieval. Fue cedido a la casa de Luna por Pedro I ‘El Cruel’ en reconocimiento a los servicios prestados durante la guerra contra Enrique de Trastámara. Años más tarde, este rey mandó demoler el castillo a causa de su enfrentamiento con el Conde de Luna, por lo que a día de hoy tan solo se conservan las ruinas del edificio. 

‘Saliendo’ del Olvido

Hace unos años, el Ayuntamiento de Riello ponía en marcha un ambicioso proyecto para redescubrir el arte olvidado de Omaña a través de distintos itinerarios guiados desarrollados en los meses estivales. En estos paseos guiados, uno de ellos hace escala en el Castillo de Benar, dando a conocer sus restos, pero también el patrimonio de otros pueblos como Cirujales o Valbueno. 

Con estas visitas guiadas, el visitante recorre castros, iglesias y pueblos perfectamente integrados en el bello paisaje del municipio, conociendo su historia, leyendas y curiosidades. De esta manera se busca resaltar el valor que dieron los antepasados a estos lugares.

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