El Parque Tecnológico no deja de crecer

La cifra de trabajadores de sus 42 empresas creció un 20% en 2022 hasta rozar ya los 2.000. El recinto cumple 15 años con la vista puesta en su ampliación durante el 2024

Alfonso Martínez
20/03/2023
 Actualizado a 20/03/2023
El número de empresas instaladas en el Parque Tecnológico no ha dejado de crecer desde el año 2015. | MAURICIO PEÑA
El número de empresas instaladas en el Parque Tecnológico no ha dejado de crecer desde el año 2015. | MAURICIO PEÑA
La importancia que sectores como el tecnológico o el biofarmacéutico han ido adquiriendo en el tejido productivo de la provincia de León se sigue traduciendo en buenas noticias para el mercado de trabajo. Y para muestra, un botón, el que representa ya desde hace algunos años el Parque Tecnológico, que cuenta actualmente con un total de 42 empresas que rozan actualmente los 2.000 puestos de trabajo.

Así se desprende de los datos aportados a este periódico desde la Consejería de Economía y Empleo de la Junta de Castilla y León, encabezada por Carlos Fernández Carriedo.

Concretamente, el número total de puestos de trabajo sería de 1.952, de los que 1.887 serían directos y los 65 restantes corresponderían a empresas que prestan servicios auxiliares en el funcionamiento y mantenimiento del Parque Tecnológico de León.

Estos datos contrastan con los referidos a 2015, ya que entonces había únicamente 15 empresas con 708 empleos directos y 83 indirectos, lo que dejaba por tanto una cifra total de 791, tal y como puede comprobarse en las tablas que acompañan a esta información.

La edad media de los trabajadores del Parque Tecnológico se sitúa en unos 35 años, mientras que un 55% de las personas que trabajan actualmente en este recinto industrial tienen una titulación universitaria vinculada a las principales actividades que desarrollan las empresas instaladas. Es el caso por ejemplo del sector tecnológico, pero también del químico y farmacéutico, de la consultoría y de las ingenierías.

Con sus 32 hectáreas de superficie ocupadas prácticamente en su totalidad, la Junta sigue trabajando en colaboración con el Ayuntamiento de León para ejecutar su ampliación. La idea inicial de la administración autonómica era que estuviese lista a lo largo de este 2023, justo cuando se cumplirán 15 años desde su inauguración oficial.

Sin embargo, los trámites se han ido demorando y los últimos plazos barajados por la delegada territorial de la Junta, Ester Muñoz, durante una visita al Parque Tecnológico apuntaban ya al próximo ejercicio en función de como avance la burocracia y las catas arqueológicas en busca de vestigios romanos.

En todo caso, el proyecto servirá para que la superficie pase de 32 a 79 hectáreas y estará financiado íntegramente por la administración autonómica (pese a que inicialmente un 20% iba a ser aportado por el Ayuntamiento de León para la expropiación de los terrenos). La inversión será de 13 millones de euros y se ejecuta a través de un Proyecto de Interés Regional que gestiona la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente (Somacyl).

Al margen de la ampliación, cabe recordar que el edificio de usos comunes del Parque Tecnológico tiene una superficie de casi 6.000 metros cuadrados que albergan oficinas en régimen de alquiler, además de la sede del Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León (ICE), cuyo director territorial es José Manuel Frade. Mientras, el resto de la superficie acoge un polo tecnológico y farmacéutico de primer orden. Investigación y desarrollo de procesos químicos y biológicos, fabricación de productos farmacéuticos, servicios de ingeniería, consultoría informática, análisis agroalimentario y medioambiental, tecnología de la información, consultorías, elaboración de productos biosimilares, gestión energética e instalación de redes y control de acceso aportan el grueso de la actividad empresarial que se desarrolla actualmente en el Parque Tecnológico de León.

Las empresas interesadas en instalarse en el recinto han de ser consideradas como innovadoras y de base tecnológica. Además, deben destinar el 5% de sus ventas brutas anuales a actividades de investigación y desarrollo y dedicar un mínimo del 5% de su personal al desarrollo de las mismas, por lo que se tratará de personal técnico cualificado.
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