Reproducciones y miedo al viento, que podría complicar la situación, son las noticias que llegan del Cecopi con respecto a los fuegos aún activos y muchos de ellos en nivel 2 en la comarca berciana.
En Llamas de Cabrera, la buena noticia es que el fuego está completamente perimetrado, aunque hubo una reproducción ayer que se debe a una imprudencia particular, según destacó el delegado de la Junta, Eduardo Diego. Por su parte, Molinaseca mantiene su perímetro controlado, y aunque el viento nocturno provocó pequeñas reactivaciones,que "no han generado problemas importantes".
En Anllares, se produjo una reactivación en las proximidades de Anllarinos. "Los equipos terrestres y aéreos se han movilizado para contenerla con rapidez y prioridad". Mientras tanto, en la zona de Fasgar-Igüeña, el uso de fuego técnico durante la noche del martes dio buenos resultados en el norte del incendio, entre Posada y Vegapujin, aunque las brigadas terrestres solo pueden acceder a las cumbres mediante medios aéreos.
Los esfuerzos de extinción se centran en cerrar perímetro allí donde es posible y controlar el fuego en las zonas más desfavorables. Las condiciones meteorológicas y la orografía dificultan el trabajo, y la energía generada por los incendios ha obligado a retirar temporalmente a los equipos por seguridad. Las últimas imágenes satelitales indican que los incendios de Fasgar e Igüeña-Colinas del Campo de Martín Moro se han unido, lo que aumenta la complejidad del operativo.
En la zona de Porto-La Baña, la situación fue especialmente intensa durante la noche. Tres focos concentran la atención de los bomberos: en La Baña, donde los vientos de hasta 60 km/h superaron las líneas de defensa y los otros dos en la zona de Zamora.
Las rachas de viento superiores a 40 km/h, la humedad por debajo del 30 % y las temperaturas superiores a los 30 ºC, mantuvieron la alerta máxima en la comarca.