Un importante derrumbe de rocas y tierra ocurrido a primera hora de la mañana de este martes en la carretera que une Fabero y Peranzanes mantuvo incomunicado a este último municipio durante horas. Afectó a unos 200 metros de carretera y el Ayuntamiento recibió la rápida intervención de las máquinas de la Diputación de León para despejar cuanto antes la vía.
Con la motivación de poder liberar con la mayor prontitud posible al menos uno de los carriles de la carretera para restablecer el tráfico, Diputación procedió a la retirada de rocas y tierra de forma urgente.
Fruto de esta labor, ya en la tarde de este mismo martes se ha podido reabrir uno de los dos carriles, por lo que el tráfico se desbloquea a falta todavía de poder abrir el otro en el sentido opuesto.