Nuevo éxito de Prada A Tope con tres Zarcillos de Oro

El Xamprada, el Mencía del paraje El Picantal 2018 y el Mencía Prada 2022 han sido galardonados con una medalla de oro tras superar con éxito unas exigentes catas a ciegas

05/06/2025
 Actualizado a 05/06/2025
El empresario Jose Luis Prada, con una copa de vino espumoso 'Xamprada'. | CÉSAR SÁNCHEZ (ICAL)
El empresario Jose Luis Prada, con una copa de vino espumoso 'Xamprada'. | CÉSAR SÁNCHEZ (ICAL)

Prada A Topeha logrado tres medallas de oro en la vigésima edición del prestigioso concurso Zarcillo International Wine Awards, celebrado este año en Ávila. Estos galardones se convierten en los reconocimientos más destacados obtenidos por las bodegas del Bierzo en esta edición, a los que se suman además tres medallas de plata.

El enólogo de la bodega, José Manuel Ferreira, no ha ocultado su satisfacción por conseguir este trío ganador con vinos de agricultura ecológica y con perfiles tan diferentes: un espumoso con más de tres años en rima, una Mencía 2018 del paraje el Picantal y una Mencía de media crianza de la añada 2022. Ferreira, que cada año demuestra la versatilidad de Prada A Tope con unas elaboraciones muy diferentes (espumosos, godellos, crianzas, clarete, dulces, godellos de crianza, vermús…), sigue consolidando los resultados de la bodega que ya ha logrado medallas Zarcillo en anteriores ediciones con varias de sus elaboraciones.

El Xamprada es el espumoso de Prada que con 34 años en el mercado sigue cosechando reconocimientos nacionales e internacionales. Elaborado con la variedad autóctona godello junto con el chardonnay, que es la clásica de los champanes franceses, la burbuja del Palacio de Canedo es uno de los siete espumosos que lograron este reconocimiento, la mitad de fuera de nuestro país.

Los otros dos vinos son tintos. El Picantal de Prada es un Mencía de paraje de la cosecha 2018 elaborado con la uva proveniente exclusivamente de una única parcela del mismo nombre, la que está en Canedo en las proximidades del Palacio y dominando la zona más alta. Es de bajísima producción por la dura pendiente y por los suelos, donde hay afloramientos pizarrosos que dan ese carácter tan particular al vino tras la larga crianza en barricas de roble francés. Es la joya de la corona de Prada, y su producción está muy limitada por la climatología de cada año.

El tercer oro que recogió la bodega fue para el Prada Tinto Roble, también mencía pero con una estancia en barricas de diez meses, logrando el perfecto equilibrio entre la fruta y la madera. 

José Luis Prada asegura que "es una gran satisfacción y también un reconocimiento para seguir trabajando con la misma filosofía de siempre: autenticidad, respeto por la tierra y pasión por lo que hacemos". Prada, ha querido destacar también el papel fundamental del enólogo José Manuel Ferreira, "una pieza clave en este camino, cuyo talento y dedicación se reflejan en cada vino y en cada premio que logramos".

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