No hay castañas ni para el magosto

Alguna de estas fiestas tradicionales bercianas se están suspendiendo o reinventando por la falta de fruto ante la mala cosecha de este año

D.M.
29/10/2017
 Actualizado a 19/09/2019
Este año cuesta llenar los cestos en la mayor parte de los sotos del Bierzo. | D.M.
Este año cuesta llenar los cestos en la mayor parte de los sotos del Bierzo. | D.M.
Casi no hay castañas ni para el magosto. La mala producción de esta campaña del fruto de otoño no sólo echa por tierra el importante complemento económico que la recogida y aprovechamiento de sus sotos suponía para muchas familias en el Bierzo. También es un estrago para los intermediarios de los almacenes de compraventa y para las empresas transformadoras, que se han quedado sin mercado. Además, el tiempo más estival que otoñal que se prolonga a lo largo de octubre hace también que el consumo interno sea menor.

Hace unos días, el sindicato agrario Asaja apuntaba que la cosecha de castañas de 2017 en el Bierzo iba a ser la peor de los últimos años con pérdidas de más de nuevemillones y medio de euros.

En la Asociación de Castañicultores Tres Valles, del Bierzo Oeste, donde se había hablado de que la producción rondaría el 40% del pasado año, ponen al día la cifra, que es más pesimista aún que las previsiones de final de verano. Y es que «las dos semanas de intenso calor antes de las últimas lluvias han sido terribles» para la cosecha, apunta presidente del colectivo, José Luis García Peña y hay castañicultores en la zona que a penas alcanzarán, dice, el 10% con respecto al año pasado.

De hecho, no sólo hay una merma en la cantidad, sino también en la calidad, ya que se constata que muchas castañas están secas del calor dentro de los propios erizos, antes de caer, y muchas sufren ya agusanamiento.García Peña indica que la variedad parede está resistiendo mejor todos estos latigazos por sus condiciones.

Pero además del daño económico, la penosa campaña afecta también a la fiesta de otoño por excelencia en el Bierzo y está obligando a reinventarse a algunas de estas celebraciones y a suspender otras.

Porque como se dice en los pueblos, cuando la cosecha es escasa, «casi no hay castañas ni para el magosto». Pero este año la afirmación es casi literal. De hecho, algunos de los magostos que iban a programarse están en el aire. El Consejo Comarcal, incluso, que tenía previsto la celebración de una fiestaha decidido suspenderlo, tal y como informa el consejero comarcal de Turismo, David Voces.

Otros pueblos o colectivos están retrasando su celebración, que habitualmente programaban para principios de noviembre, y algún otro está intentando reinventar su fiesta ante la falta de castañas.

En Toreno, por ejemplo, celebran el llamado Magostín, en el cual, en años anteriores, habían propuesto un concurso de dulces de castañas.Este año quieren abrir el certamen a postres con frutos de otoño en general: nueves, avellanas, almendras u otros frutos secos para abrir el abanico más allá de las escasas castañas.

Hay otros pueblos que sí celebran la fiesta de las castañas, cada vez con menos castañas y más complementos dulces o salados y actividades lúdicas más allá del propio banquete popular.

Este sábado es en Cacabelos, con 800 bollos 'preñaos' para complementar las castañas. Camponaraya lo celebra sábado 4 de octubre con juegos previos para los niños en el recinto ferial.

En Molinaseca a lo han previsto para el día 11 de noviembre, a un precio de 2,5 euros por comensal en el que se incluye bocadillo de chorizo, chocolate y bizcocho.

Páramo del Sil si que lo celebra a lo grande, junto a su mercado tradicional, los días 4 y 5 de noviembre.
Los magostos siguen siendo la fiesta de la castaña, pero este año más que ninguno, habrá que complementarlas con algo más.
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