El 25 aniversario de la aprobación de la bandera del Bierzo reunió este sábado en el Castillo de los Templarios a políticos, representantes de instituciones de otros ámbitos y medios de comunicación para compartir sus visiones acerca del presente y del futuro del Consejo Comarcal del Bierzo.
A través de dos mesas redondas y una serie de breves ponencias institucionales, los participantes coincidieron en la necesidad de dotar de una mayor independencia al ente comarcal, que hasta el momento no ha dejado de ser "una administración tutelada a la que dicen 'niño, no hagas esto'", según lamentó su presidente. Para ello, pidió que las competencias llevadas a cabo por el Consejo "no sean convenios finalistas con un dinero exclusivamente para ello, sino que nos den la posibilidad de decidir como administración plena".
Y es que Olegario Ramón considera que la entidad que preside sigue siendo una institución "poco conocida", por lo que cree esencial dar difusión a las funciones que desempeña de modo que la valoración y el sentimiento de representación entre la sociedad aumenten. "Llevamos a cabo labores muy importantes que no se conocen como el servicio de menores en situación de desamparo, que es una competencia de la Junta pero lo gestionamos aquí, o el centro de atención a drogodependientes", enumeró.
En este sentido, el presidente adelantó que las conversaciones con la Junta de Castilla y León para armar un nuevo acuerdo marco están cerca de terminar y prometió novedades interesantes para los intereses de la comarca, aunque no quiso dar pistas de las cuestiones sobre las que versarán.

Camino hacia la independencia económica
También participó en esta jornada el alcalde de Ponferrada, Marco Morala, que incidió en la fortaleza que tiene el Bierzo, "una gran región con una identidad propia que en absoluto puede quedar diluida en esas aspiraciones autonomistas que vienen de León. Reivindico nuestra personalidad propia y nuestra diferencia respecto a lo que piden y reivindican más allá del Manzanal", dijo.
Del mismo modo hizo hincapié en este ADN propio el presidente de la Diputación de León, Gerardo Álvarez Courel, que también fue el máximo mandatario del Consejo del Bierzo durante ocho años. Por este bagaje, aseguró conocer plenamente las problemáticas con las que cuenta el ente comarcal y coincidió con Ramón al subrayar que el objetivo primero "es llegar a la independencia económica". Por ello, celebró poder colaborar desde la Diputación duplicando la cantidad destinada a la asistencia a municipios, un 20% más para el Banco de Tierras y un plan bienal por valor de 3,2 millones para las juntas vecinales.
Para que este niño aún tutelado pueda caminar por sí mismo sin un adulto pendiente, Courel puso el foco "en una de las cosas que dejé en el debe", la gestión comarcal de la recogida de basuras, y en la participación en los tributos del Estado "para generar unos ingresos al igual que los ayuntamientos".
Por otro lado, una de las principales funciones de las que ya puede presumir con orgullo esta casa es, precisamente, la asistencia a municipios. Taly como admitió, más allá de grandes ayuntamientos como Ponferrada o Bembibre, la gran mayoría apenas pueden afrontar sus gastos por sí mismos y necesitan cobijo bajo el paraguas del Consejo.
En este evento también participaron el subdelegado del Gobierno en León, Héctor Alaiz, y la coordinadora de la Junta de Castilla y León en el Bierzo, Rosana Velasco, que reiteraron el compromiso tanto del Gobierno de España como de la administración autonómica con la comarca. Así mismo, asistieron otros dos expresidentes de la entidad, Alfonso Arias y Jesús Esteban, y representantes de las universidades y Ciuden, que compusieron la primera mesa redonda. En la segunda, el protagonismo fue para los medios de comunicación.
