Así, en un comunicado la compañía ha asegurado que la futura planta contará con una tecnología «puntera» como es el Sistema de Reducción Catalítica de Emisiones (SCR), lo que supondrá que «una planta como la de Cubillos del sil produzca unas emisiones 500 veces menores que las que genera una central térmica de cabrón media en España».
«Se trata de un proyecto que aplicará las últimas tecnologías para optimizar la eficiencia y minimizar las emisiones, cuyos ratios no solo cumplen con la normativa vigente, sino también con las recomendaciones de la Unión Europea a partir del año 2020, según directivas de la Comisión Europea y auspiciadas por el Foro de la Unión Europea para la Protección del Medio Ambiente», aseguran desde la empresa.
Y es que Forestalia asegura que queda descartado el uso de «cualquier otro combustible que no sea paja de cereal y residuo forestal», que según recuerdan, fue un requisito del propio Ministerio de Industria y Energía en la convocatoria de la subasta de renovables de enero de 2016.
Pese a las críticas desde las plataformas ecologistas de la comarca desde que se hizo público el proyecto, la compañía valora el «apoyo social e institucional» que está teniendo en las zonas de tradición minera –tiene previsto un proyecto similar en Guardo (Palencia –, lo que le ha llevado a «priorizar las actuaciones previstas en zonas mineras, donde se cuenta con un claro apoyo del tejido social y de las instituciones autonómicas y locales».
Ventajas de la biomasa
Forestalia defiende que la generación eléctrica por biomasa «conlleva importantes ventajas derivadas sociales, ambientales y económicas. Es una tecnología con balance global neutro de C02, algo fundamental para mitigar el cambio climático», señalan.