Y es que la iniciativa es capaz de movilizar a todos los colegios y ampas de la ciudad. Pese a que el mal tiempo obligó a celebrar el desfile en el pabellón del Toralín, una veintena de centros escolares y escuelas municipales participaron en un desfile llenó de color y fantasía.
El cine y los superhéroes siguen siendo la gran fuente de inspiración de los más pequeños. Buzz Lightyear y Woody se dejaron ver gracias a los alumnos del Valentín García Yebra; mientras que la particular Liga de la Justicia y héroes de todo tipo del colegio Campo de la Cruz se encargaron de mantener la paz y la convivencia.

Otros recurrieron a clásicos. Las escuelas infantiles convirtieron el desfile en un ajedrez viviente, el colegio Espíritu Santo se encargó de bucear entre los espectadores y los alumnos del Peñalba desafiaron el ingenio de todos los asistentes a base de cubos de Rubik.
Aunque el desfile se celebró bajo techo, todos tuvieron su momento de gloria y tuvieron El Toralín a sus pies. Después del baño de masas, se celebró una fiesta en la que todos recibieron bocadillo y refresco.