Por sentencia judicial, la parroquia de San Ignacio de Ponferrada va a tener que dejar de tocar las campanas después de que una sentencia del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Astorga diera la razón a un vecino que recurrió a la justicia por el estrés que le provocaba ese sonido. Una sentencia que ha dado a conocer El Confidencial y que revela que el sonido de las campanas de la iglesia ponferradina, dependiente de la Diócesis de Astorga, superaba los niveles de ruido establecidos en la legislación vigente.
Será es misma semana cuando las campanas dejarán de tañir, según el mismo medio, algo que ya se le ha pedido a la Diócesis hasta que se adopten medidas de corrección del volumen de las mismas. Además, la sentencia obliga al pago de mil euros al denunciante en concepto de indemnización por el estrés que considera que se le ha producido por tener que soportar ese ruído a diario.
Las mediciones en el domicilio del denunciante son las que han llevado a establecer este dictamen que también se ampara en la libertad religiosa.
La sentencia se recurrible y, aunque la Diócesis de Astorga no se ha pronunciado aún, parece que será la elección que adopten.