Más de dos años llevan los padres de alumnos que se desplazan a Ponferrada desde Campo, de la urbanización Patricia y de Molinaseca al Instituto Gil y Carrasco soportando los retrasos de transporte escolar sin conseguir que las administraciones muevan ficha para solucionarlo.
La madre de uno de los alumnos, Ana Isabel Núñez de Molinaseca, ha denunciado que el autobús que realiza la línea de transporte escolar, que recoge a 39 alumnos con edades comprendidas entre los 12 y los 17 años es "impuntual , tanto en la recogida a las 8 de la mañana como en el regreso".
"Los niños salen del instituto a las 14:12 y el autobús, en el mejor de los casos, los va a recoger a las 14:32 , digo en el mejor de los casos porque en varias ocasiones los ha recogido a las 14:40. Es decir , mínimo esperan cada día 20 minutos en un parking cercano al instituto", denuncia Núñez, una de las madres. Pero además, en ese momento, la espera la hacen solos "sin supervisión y sin ningún lugar donde resguardarse de la lluvia", dice.
En lo que vamos de mes de mayo, en tres ocasiones, el autobús o bien se retrasa 20 minutos "o ni si quiera aparece a recogerlos a las 8, y ni siquiera avisa al centro, lo que conlleva que los niños lleguen tarde a clase" en época de finales de curso además.
"No concibo que estemos en esta situación cuando se trata de transporte escolar, y se trata de niños ,es el autobús el que tiene que esperar a los niños , no al contrario", manifiesta Núñez.
Así las cosas, lo que han decidido los afectados es ponerse en contacto con la Dirección Provincial de Educación, registrando quejas en varias ocasiones, "aunque respuesta sólo hemos recibido, en mi caso , una en una ocasión , con fecha 2 de octubre y por correo ordinario". Esa respuesta normaliza la situación: “se intenta aproximar el horario del transporte lo más posible al horario del centro; sin embargo, por las diferentes circunstancias que influyen en los recorridos, dentro de las tareas de coordinación de rutas, no siempre es posible garantizar los horarios exactos”, apunta el escrito.
Han contactado también con el Departamento de servicios complementarios del alumnado, de la Junta de Castilla y León, "y cuando consigo que me cojan el teléfono, que ocurre rara vez , las explicaciones son surrealistas. Me llegaron a decir que si mi hija tenía algún problema ya estaban sus compañeros para ayudarla". Incluso le dijeron que no les figuraban sus escritos de queja y tuvo que repetir el envío.
Los afectados urgen una solución que pasaría porque la línea no ajustara tanto los horarios para poder alcanzar la mayor puntualidad posible en la recogida de los alumnos.