Hace más de 20 años que soy docente y nunca había visto a la Dirección Provincial de Educación de León en la situación en la que se encuentra actualmente.
Desde hace algún tiempo veníamos observando cierta lentitud en los trámites dependientes del Departamento de Primaria, debido a la progresiva disminución de personal en esta sección. Pero, en este momento la situación es tan crítica que considero un deber de todos los docentes colaborar y reclamar para que alguien tome medidas en el asunto.
A modo de ejemplo: hace unos años, cuando un docente necesitaba una hoja de servicios (informe de vida laboral) lo recibía el día siguiente de haberlo solicitado. Normalmente este documento es necesario para acceder a oposiciones, concursos docentes, actividades formativas, premios, proyectos… cuyas convocatorias finalizan en 15 o 20 días hábiles tras su publicación. Por cierto, en muchas comunidades autónomas cada docente puede imprimir este documento directamente de su plataforma educativa sin necesidad de realizar ninguna solicitud.
Este mes, yo solicité una hoja de servicios y después de 18 días de espera, llamadas telefónicas y mensajes de correo electrónico, tuve que acercarme tres días consecutivos a la Dirección Provincial para suplicar que me hicieran urgentemente el documento. Por mi carácter reivindicativo, la primera reacción que tuve fue protestar ante la persona que me estaba atendiendo y ante su superior, pues estaba realmente indignada por el nefasto servicio que están ofreciendo.
Una vez en calma comprendí que las personas que estaban recibiendo mis protestas son víctimas de la situación al igual que lo soy yo. El último día que fui, sólo se encontraba una persona trabajando en el Departamento de Primaria; varias se han jubilado, otras están de baja y nadie cubre estos puestos de trabajo, por lo que una persona tiene que hacer las tareas que antes realizaban cuatro o cinco funcionarios. Es como si a los docentes de Primaria nos pusieran 150 alumnos en cada clase. Obviamente no podríamos revisar sus cuadernos ni corregir los exámenes a tiempo, y mucho menos realizar trabajos por proyectos, utilizar las nuevas tecnologías o gamificar nuestras situaciones de aprendizaje. ¡No se puede pedir lo imposible!
Actualmente, montañas de solicitudes se van acumulando en la Dirección Provincial y por mucho que intenten solucionar, el volumen de trabajo que tienen es inabarcable. No me extraña que haya gente de baja laboral; tiene que ser muy estresante realizar tu trabajo de la mejor manera posible y a cambio recibir todos los días protestas de docentes enfadados que no comprenden por qué tardan tanto en realizar cualquier trámite.
Por otro lado, también entiendo que nadie estuviera interesado en asumir el cargo de Director Provincial, pues no tiene que ser nada agradable dirigir una institución que se encuentra en estas condiciones y peor aún cuando la solución a muchos de los problemas no depende directamente de ti, sino de algún alto cargo de la Consejería de Educación que debería asumir responsabilidades ante esta lamentable situación.
Mi caso es tan sólo una mínima muestra, ya que hay decenas de colegios esperando profesorado sustituto, centros con sus cuentas en números rojos porque no reciben a tiempo las asignaciones, errores en las nóminas del personal interino, sexenios sin revisar y un largo etcétera de diversas casuísticas.
El objetivo de mi carta es hacer un llamamiento a todos los docentes de la provincia de León para que reclamen; que cada uno haga un escrito dirigido a la Consejera de Educación y lo envíe por registro. Cuando hayan recibido quinientas reclamaciones y el problema esté en las páginas de los medios de comunicación de nuestra comunidad autónoma, quizá se molesten en solucionar este caos que genera la falta de personal.
Yo ya he puesto mi granito de arena registrando mi escrito. Si eres docente, por favor, comparte esto con el profesorado de tu entorno, pues directa o indirectamente, este problema nos está afectando a todos.