El Obispado de Astorga silencia las campanas de la iglesia de San Ignacio de Ponferrada para cumplir con la sentencia del Juzgado número dos de Astorga que condenó a la Diócesis por superar el límite que marca la Ley de Ruido de Castilla y León. De esta forma, las campanas permanecerán en silencio hasta que se resuelva el recurso presentado por la Diócesis.
El asunto origen de esta sentencia está en la denuncia interpuesta por un vecino del barrio donde se ubica la iglesia de Ponferrada, quien aseguró que sufría de estrés por el continuo sonido de estas campanas, que sonaban hasta 70 veces diarias para señalar las horas en punto, cuartos y medias, además de para anunciar las diversas celebraciones religiosas.
La resolución del juzgado obliga al Obispado a recudir o eliminar el sonido de esas campanas, además de pagar una indemnización de 1.000 euros al denunciante en concepto de daños morales. Ahora, mientras se resuelve el recurso, el juzgado ha ordenado la ejecución provisional de su decisión.
Han tenido que pasar dos meses para que se silencien las campanas, algo que el denunciante solicitaba y que algunos partidos políticos como Vox, intentaron solventar llevando al pleno de Ponferrada una moción en la que buscaba preservar el sonido de las campanas de las iglesias como específico y útil.
