La Junta de Castilla y León continúa impulsando su estrategia de movilidad segura, sostenible y accesible en el medio rural con actuaciones centradas en la humanización de travesías urbanas, una línea de trabajo que busca adaptar las carreteras autonómicas al entorno urbano, garantizar el acceso universal a los servicios de transporte público y reducir los riesgos para los peatones y ciclistas y que el director general de Carreteras e Infraestructuras de la Junta, Jesús Puerta ha presentado en Vega de Valcarce. Allí ha visitado las obras que se están ejecutando en un tramo urbano de la carretera N-006A para mejorar su funcionalidad, accesibilidad y seguridad.
Esta política pública se traduce en una inversión global de más de 9 millones de euros financiados en parte por la Unión Europea a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), y beneficiará a 30 municipios de las nueve provincias de la Comunidad. En León la inversión en las localidades de: Ambasmestas-Vega de Valcarce y Riello asciende a 1.192.548,91 euros.
Durante la visita, Puerta ha subrayado que este conjunto de actuaciones “tiene como objetivo principal mejorar la seguridad vial, facilitar la accesibilidad y dignificar el entorno urbano de nuestros pueblos, apostando por una movilidad más humana y sostenible”.
El director general ha insistido en que estas obras no solo responden a criterios técnicos o funcionales, sino que ponen a las personas en el centro del diseño del espacio público, especialmente en localidades donde la convivencia entre tráfico rodado y peatones exige soluciones respetuosas, accesibles y seguras. Además, ha destacado que estas intervenciones representan una apuesta decidida por un modelo de movilidad más amable, con un fuerte componente social y territorial.
En las localidades de Ambasmestas y Vega de Valcarce, situadas a lo largo del Camino de Santiago Francés, se están llevando a cabo obras en más de cuatro kilómetros de la carretera N-006A, entre los PK 424+540 y 428+610, incluyendo el acceso a Ruitelán.
Se ha procedido a la renovación del firme de la calzada, a la construcción de nuevos tramos de acera en puntos clave para la circulación peatonal, a la creación de una senda peatonal segura junto a la carretera, para proteger a los peregrinos y a la implantación de dos puntos accesibles de transporte público, con marquesinas de madera y pizarra integradas en el entorno, señalización moderna e iluminación LED. Además, se ha sustituido la señalización y renovado las barreras de seguridad.