En lo más profundo de un enclave natural berciano, donde los árboles todavía guardan cicatrices de los últimos incendios, acaba de abrir sus puertas un lugar que parece surgido de un cuento. La Aldea Mágica El Arbedal ya es una realidad en El Bierzo, y aspira a convertirse en una de las propuestas familiares más sorprendentes del Bierzo: un recorrido al aire libre donde la fantasía se mezcla con el aprendizaje y la naturaleza reclama su papel protagonista.
Desde el primer paso, los visitantes se sumergen en un universo habitado por hadas, duendes, trolls y elfos, personajes que acompañan a las familias a través de un camino pensado para estimular la creatividad, el juego en equipo y el respeto por el entorno. Cada ser mágico tiene su propia historia y una misión dentro de la aldea, de modo que el recorrido se convierte en un viaje narrativo lleno de pistas, pruebas y guiños a antiguas leyendas del bosque.
La aldea cuenta con espacios tan variados como un club social, un huerto ecológico, un parque multiaventura, un supermercado mágico y distintos rincones temáticos donde los visitantes escuchan voces, músicas y relatos que dan vida a los habitantes del lugar. Todo ello forma parte de un itinerario participativo que culmina con un reto final: conseguir los números necesarios para recibir un premio de la reina Irati, guardiana de esta comunidad fantástica.
Pero El Arbedal no solo busca asombrar. En su esencia late una intención profunda: reconectar a las familias con la naturaleza y hacerlo desde un enfoque de educación ambiental. Tras los incendios que han marcado el paisaje berciano en los últimos años, el proyecto nace con un mensaje claro de repoblación, cuidado del entorno y sensibilización ecológica. Aquí la magia también tiene un propósito.
Las plazas para visitar la Aldea Mágica son limitadas y ya se pueden reservar.
La Aldea Mágica El Arbedal invita a volver a mirar el bosque con ojos de niño… y a recordar que, incluso entre las heridas del pasado, puede volver a brotar la fantasía.