Hay dos maneras de mirar al debut en un campo donde tienes muchas opciones de perder y además ante un equipo con el que existe una marcada rivalidad que va más allá del fútbol.
Por un lado, puedes pensar que ‘vaya marrón’ arrancar un proyecto con un partido de tanta dificultad en el que aún haciendo un buen encuentro sería muy viable irte de vacío. Por otro, puedes tomártelo como que siempre y cuando la derrota no sea contundente, hay poco que perder y empezar sumando en una cita así es una oportunidad de darle un tremendo impulso a la nueva era.
Esa dicotomía se le presenta a la Cultural, a la que le espera un ‘gallo’ de Segunda con morbo para abrir un nuevo ciclo, el de un Ziganda que se estrena en el banquillo culturalista tras la convulsa semana que empezó con la destitución de Raúl Llona.
Porque este domingo a las 18:30 horas, en directo por los diferentes canales de la Liga TV y con apenas 594 culturalistas en las gradas pues no mandaron más entradas ni había otras opciones de adquirirlas, la escuadra leonesa visita en el José Zorrilla al Real Valladolid, recién descendido de Primera y que con el tercer margen salarial más alto de la categoría afronta la temporada con el claro objetivo de volver a ella.
Juric, máximo recuperador de Segunda y que había jugado todo, es baja junto a Marcos André y Chuki en el Valladolid
Parte como claro favorito por ello el equipo pucelano, invicto hasta ahora en casa donde ganó 3-1 al Almería y 3-0 al Ceuta y empató 0-0 ante el Córdoba, pero también lo hacía hace dos semanas el Racing de Santander y la Cultural ganó en El Sardinero, en una demostración que vale para toda la temporada de que en esta división todos los partidos están más abiertos de lo que puede indicar la clasificación.
Los leoneses, que son penúltimos pues sólo han ganado ese partido y sacado un empate en el Reino ante el Leganés, vienen de caer 1-3 frente al Castellón con una mala imagen que le acabó costando el puesto a Llona, y afrontan además la cita con la defensa bajo mínimos entre sanciones y lesiones.
No está Calero (tampoco será de la partida frente al Albacete por su ‘vete a la mierda’ al cuarto árbitro con el partido ‘muerto’ ante el Castellón), tampoco Fornos ni Satrústegui, y llega muy justo Barzic, que en el mejor caso estará en el banquillo.
Por eso, el Badia-Víctor García-Hinojo-Rodri-Tomás Ribeiro parece claro en el estreno de un Ziganda que está por ver si cambia muchos más nombres con respecto a los que venían siendo habituales con Llona.
Es más claro que los ubicará en su preferido 4-4-2 que los nombres, si bien Ojeda, Bicho, Pibe, Collado, Chacón y Rubén Sobrino se antoja una opción muy viable tomando como referencia a quien no quiso dar ni un minuto en el amistoso intersemanal.
El Valladolid viene de sufrir en Albacete su primera derrota. En casa ganó a Almería y Ceuta, e igualó con el Córdoba
Todo para intentar ‘rascarle’ algo a un Valladolid que está situado en la cuarta posición, que viene de caer 2-0 en Albacete en la que era su primera derrota de la temporada (fuera de casa había vencido 0-1 al Castelón y empatado 1-1 en Zaragoza) y que a las bajas desde semanas anteriores del delantero centro Marcos André y del mediocentro Chuki (también de los secundarios Jaouab y Maroto) une otra muy importante, la del mediocentro croata Juric, que había jugado todos los minutos y es quien más balones recupera de Segunda División, y que se pierde la cita por una infección en una herida de su pie que obligó a hospitalizarle.
Otro croata, el extremo izquierdo Biuk, lleva tres asistencias y es el jugador más desequilibrante de un Valladolid donde Latasa, que venía de jugar los tres últimos años en Primera, pone el gol y es con dos tantos el ‘pichichi’ pucelano junto a otro jugador con gran experiencia en Primera (134 partidos) como el senegalés Amath.
La calidad ofensiva del mediocentro ofensivo Meseguer, el reconvertido a lateral derecho muy ofensivo Iván Alejo, el sólido central David Torres que a sus 22 años es el ‘jefe’ de la zaga y el portero cedido por el Betis Guilherme completan la columna vertebral de un equipo que se puede permitir el lujo de tener con el rol de jugadores secundarios al ex del Getafe Peter Federico, al angoleño Ponceau que el año pasado jugó un papel importante en el ascenso a Ligue 1 del Lorient francés, al extremo izquiero del Valencia Sergi Canós fichado en el cierre del mercado o a un Lachuer que el año pasado era indiscutible en el sorprendente Mirandés.
