Un descenso y tres equipos en media tabla

El Fabero pierde la categoría, La Bañeza se queda a las puertas del playoff y Mansillés y Onzonilla terminan en la mitad de la clasificación

Miguel Orejas
30/05/2023
 Actualizado a 30/05/2023
Los jugadores del Mansillés celebran un gol esta temporada. | AT MANSILLÉS
Los jugadores del Mansillés celebran un gol esta temporada. | AT MANSILLÉS
El final de la Regional Preferente deja un sabor de boca muy dispar a los equipos leoneses.

Por arriba, La Bañeza no consiguió por segunda temporada consecutiva el objetivo de meterse en playoff; cerca del equipo morado terminó el Atlético Mansillés que, tras salvar la categoría, no le dio tiempo a llegar a la cabeza de la clasificación.

El CD Onzonilla sufrió para conseguir la permanencia tras una campaña en la que fue de menos a más y acabó noveno. Y, por abajo, el que no fue capaz de salvarse fue un Fabero que apenas ganó dos partidos en un curso complicado y terminó siendo el colista del grupo.

La Bañeza

El equipo que entrena Pepe Mena se ha quedado a las puertas. Después de haberse pasado gran parte de la temporada entre los tres primeros, La Bañeza tuvo un bajón del que no pudo sobreponerse y terminó en cuarta posición.

"Lo sufrimos a falta de 7-8 jornadas para el final y no hemos tenido margen de maniobra para recuperarnos. Hemos llegado a las últimas 10 jornadas con muchas bajas y no hemos sido capaces de darle la vuelta a la situación", explica un Pepe Mena que echó mucho de menos a Mateo Cembranos que se perdió muchos partidos por lesión.

"Empezamos algo dubitativos, pero encontramos el sistema y la consistencia y empezamos a hacer goles con facilidad. En casa hemos sido de los más sólidos de la categoría, hemos perdido muy pocos puntos. Pero fuera sí que no hemos tenido regularidad", ese ha sido el principal lastre de un equipo en el que ha brillado Ramón Mera y al que los refuerzos que llegaron en invierno de Tercera como Gómez y Seijo no le dieron el plus esperado para terminar de meterse arriba.

Atlético Mansillés

El conjunto de La Caldera ha conseguido la permanencia en su tercera temporada en Regional Preferente. Con un mítico de los banquillos al mando como es Miguel Ángel Álvarez Tomé, el Mansillés ha terminado en séptima posición.

"Hemos cumplido el objetivo a nivel clasificatorio, si bien es cierto que hemos contado con muchas lesiones, sobre todo en la parte final, sumado a que las decisiones arbitrales nos han privado de muchos puntos". Señala un Tomé que, tras muchas temporadas entrenando en categorías superiores, bajó al barro de la Preferente.

El entrenador se deshace en elogios hacia un club especial como es el Atlético Mansillés: "es un club atípico con 13 jugadores de Mansilla y de pueblos cercanos en el que hay mucha camaradería, buen ambiente y la ayuda y animosidad de los aficionados y vecinos de la zona crean un entorno envidiable para que el grupo compita los partidos en las mejores condiciones". Una temporada más, Jairo Muelas destacó en un Mansillés al que la mezcla entre veteranía y juventud le volvió a dar resultado.

CD Onzonilla

El otro equipo leonés que terminó en la mitad de la tabla fue el Onzonilla. Eso sí, no sin sufrimiento. El conjunto que entrena otro mítico como es Pepe Calvo ha tenido que esperar a la última fecha para certificar la permanencia en una categoría en la que descendieron cinco más algún arrastre.

Pepe valora el curso de su equipo, "hemos sufrido en una temporada que ha sido bastante dura para nosotros. Sabíamos que, de entrada, iba a haber cinco descensos y que más los posibles arrastres serían siete. Hasta la última jornada hemos estado pendientes del peligro del descenso. En líneas generales ha sido una temporada buena. Hemos ido de menos a más, porque hemos terminado haciendo 30 puntos en la segunda vuelta por 20 de la primera y hemos estado entre los 4-5 mejores equipos de la liga en la segunda vuelta. Hemos sufrido, pero ha sido un final feliz". Christian Castro y los goles de Hugo Álvarez y Pablo del Amo fueron lo más significativo del curso en Vilecha.

CD Fabero

Y por último el Fabero. El conjunto berciano cierra la clasificación del grupo B después de un año muy complicado que terminó sin la disputa del último choque de liga. El Fabero comunicó a la Federación que, por falta de jugadores, no podía disputar el encuentro ante el Ribert. Algo insólito en un club con su tradición en Castilla y León que cuenta con más de 700 socios.

"El equipo no empezó la temporada nada bien, le costaba mucho generar ocasiones y, pese a que hubo un momento en el que parecía que el equipo levantaba el vuelo, fue un espejismo. La dinámica desde el principio fue muy mala, muchos partidos sin puntuar y eso lastró mucho al equipo. La temporada ha sido muy difícil y todos deseábamos que se acabase cuanto antes porque ya conocíamos el desenlace. El objetivo es planificar la campaña que viene, retener al máximo número de jugadores posible además de algún refuerzo para intentar volver lo antes posible a la categoría", determina un Diego Vidal que se hizo cargo del equipo a falta de nueve jornadas para el final tras la renuncia de Pipo.
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