Aunque a estas alturas de temporada todos los focos se encuentran en el césped, que es donde la Deportiva debe hablar para lograr el ascenso directo o, en su defecto, una buena posición que otorgue ventaja en el play-off, el club está atento de forma paralela a la planificación de la próxima campaña, estudiando los casos que ya puede tratar independientemente de la categoría en la que compita.
Tanto es así que, por un lado, existen conversaciones en la mesa con varios futbolistas desde hace meses con la intención de prolongarles el contrato. En la cabeza de la lista, como ya adelantó La Nueva Crónica hace siete meses, están Thomas Carrique y Javi Lancho, si bien ambos han optado por esperar a que concluya la temporada para valorar sus futuros. Y, por otro lado, se encuentran otros dos casos que no necesitarán una negociación, al menos por el momento, pues fueron firmados con una cláusula de renovación automática en caso de cumplir ciertos objetivos.
Estos jugadores son Álex Mula y Álvaro Bustos. Los dos ficharon por la Deportiva aceptando un año fijo y otro prorrogable que se ejecutará si disputan como mínimo 25 partidos con más de 45 minutos en cada uno, un asterisco que ya se añadió en los contratos de varios futbolistas el pasado curso. Haciendo recuento de sus respectivas situaciones, ninguno ha alcanzado esta cifra, aunque todavía están a tiempo de hacerlo.
El más próximo en llegar a ese requisito es Álvaro Bustos. El asturiano actualmente suma 20 encuentros en su casillero con ese minutaje, por lo que podría alcanzar la barrera en una hipotética fase de ascenso (quedan sólo cuatro partidos de temporada regular). Es importante destacar que únicamente cuentan los compromisos de Liga, por lo que el choque de Copa del Rey contra el Escobedo, en el que jugó 66 minutos, no le computa.
La de Álex Mula es una situación parecida. Únicamente se halla un partido por detrás de Bustos, con 19 de liga y dos de Copa que hay que desechar. Por tanto, del mismo modo, en el play-off podría llegar a esos 25. Eso sí, que ambos extremos suelan pelear por el mismo puesto en la alineación titular de Javi Rey provoca que sea improbable que en cada partido liguero puedan acercarse de la mano a esa renovación automática.
Al margen de estos dos jugadores, hay otro que firmó la misma cláusula de un año prorragable. Es Marco Doué, aunque, a diferencia de los anteriores, ya es imposible que alcance esos 25 compromisos. El medio centro francés suma 16 partidos de liga (y dos de Copa) jugando al menos 45 minutos, por lo que ha perdido el tren de esta campaña añadida con la camiseta blanquiazul. Eso sí, esta cláusula se refiere únicamente a la prolongación automática estipulada en su contrato, por lo que si ambas partes consideran oportuno negociar una prolongación con nuevos términos podrían hacerlo.
No obstante, de aquí a final de temporada no parece que vaya a haber mucha actividad en cuanto a renovaciones. La mayor parte de la plantilla mantiene el foco en el césped y prefiere dejar a un lado estas conversaciones hasta que todo concluya, también para saber en qué categoría competirá la Ponferradina y, a partir de ahí, estudiar sus respectivas situaciones.